El principio de precaución
En medio del dolor y la desolación por la terrible catástrofe que se vive en Valencia y otros lugares, no es sencillo decir nada.
Pero es importante intentar comprender y aprender como sociedad. En ese sentido, algo que deberíamos entender es que, una vez ocurrida una catástrofe de tales dimensiones, gestionarla resulta sumamente difícil y complejo.
Sin duda, es necesario analizar con detenimiento cómo se ha actuado tras la catástrofe para corregir errores y malas prácticas, que sin lugar a dudas los ha habido, pero sin olvidar la extrema dificultad de manejar situaciones de esta índole. No obstante, es aún más importante analizar cuidadosamente lo que se ha hecho o dejado de hacer antes de la catástrofe para evitar situaciones de este tipo o, al menos, paliar sus efectos. Porque en este aspecto es donde se han cometido los errores más graves.
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Comisión Permanente de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
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