Rovirosa y Malagón: Peregrinos de la esperanza y apóstoles del mundo obrero

Rovirosa y Malagón: Peregrinos de la esperanza y apóstoles del mundo obrero

El miércoles 26 de febrero, en la parroquia Virgen de Fátima de Córdoba, militantes, simpatizantes y feligreses nos reunimos para celebrar una vigilia de oración y acción de gracias por la vida de Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón.

Este año conmemoramos el 61º aniversario del fallecimiento de Guillermo Rovirosa, promotor y primer militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), y el 41º de la muerte de Tomás Malagón, sacerdote fundamental en el desarrollo de este movimiento especializado de Acción Católica, insertado en el mundo del trabajo.

En esta vigilia recordamos a dos figuras que han sido y siguen siendo referentes para la militancia de nuestro movimiento. Creemos firmemente que su testimonio también puede interpelar a cualquier persona que se pregunte qué significa ser creyente y seguidor o seguidora de Jesucristo. Ambos fueron un verdadero regalo para la clase obrera, para el mundo del trabajo y para la Iglesia: Rovirosa como laico, Malagón como sacerdote, y ambos como apóstoles comprometidos en la construcción del Reino en una realidad que sigue siendo sangrante. En el mundo obrero y del trabajo, donde persisten la precariedad y la injusticia, es imprescindible seguir presentando a Jesús, “el Divino Obrero de Nazaret”, como propuesta de liberación.

Con esta vigilia, además, hemos querido agradecer a Dios Padre su amor por los trabajadores y trabajadoras, enviándonos a estos dos testigos como apóstoles de su hijo: Rovirosa, “el entusiasta” apóstol de sus hermanos obreros, y Malagón, sacerdote de la Iglesia, que llevó en lo más profundo de su corazón un inmenso amor por la HOAC.

Peregrinos de la Esperanza” es el lema de este Año Jubilar. Y qué bien encajan en Rovirosa y Malagón los valores jubilares de perdón, reconciliación, conversión, liberación, puertas abiertas y acogida sin discriminaciones. Envueltos en el color esperanza que nos mantiene activos y vigilantes, queremos ser una Iglesia “puesta en pie, no sentada”, como nos recordó el papa Francisco en una de sus homilías.

El jubileo de la esperanza nos invita a hacer memoria del compromiso de Rovirosa y Malagón. Pedimos a Dios la gracia de experimentar su paso por nuestra vida y de lanzarnos, con gozo agradecido, a vivir con la misma coherencia el Evangelio del amor y la justicia.

En la HOAC, que celebra su segundo año de campaña bajo el lema “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”, sabemos que estos dos apóstoles del mundo obrero fueron un faro que nos guió en el encuentro con Jesús desde la centralidad del trabajo digno y el cuidado de la vida.