«A mí me gusta trabajar, pero hay veces que no se puede»

«A mí me gusta trabajar, pero hay veces que no se puede»
Abdel y Fátima participaron, junto con otras personas en su misma situación, en la «Trobada HOAC» en La Vall d’Uixó para compartir su esfuerzo por encontrar un sustento, el trato que, en el tiempo que llevan en nuestro país, han recibido y su difícil proceso de integración.

Abdel es marroquí. Junto a su mujer y sus dos hijos de 11 y 10 años vinieron con una visa de turistas hace algo más de año y medio y ya se quedaron en la población. Él lo que quiere es trabajar, pero no puede.

A veces va por horas. En alguna ocasión ha ido a trabajar al campo y le han pagado «algo» que no es lo que deberían. Actualmente solo va un día a la semana. Sigue buscando. Sin permiso de residencia y trabajo, sin papeles, nadie lo quiere contratar por miedo a ser denunciado por inspección de trabajo.

Fátima, su mujer, nos sorprende con un castellano fluido. Cuando llegó tan solo conocía el nombre de la persona de Cáritas que la iba acompañando, Mª José. Pone en valor la importancia de la acogida por parte de personas e instituciones. Como ella indica «muchas cosas han ido cambiando para mejor».

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