La Iglesia y los jóvenes
Es el tema que me propone Noticias Obreras, para el termómetro de marzo. La misión de la Iglesia con los jóvenes no es posible sin conocer la cultura en que los jóvenes se mueven.
Pero, aunque sigo el Informe FOESSA sobre los jóvenes, desconozco las ideologías y jerarquía de valores más relevantes de la juventud actual española. Solo desde lo que percibo en los jóvenes de mi propia familia apunto tres referencias que hacen pensar.
La herencia de una cultura es presupuesto normal para el crecimiento de la persona. Los jóvenes actuales son hijos, o quizás ya nietos, de la generación del 68 donde se dio una ruptura con la cultura ilustrada que proclamó a la persona humana como sujeto y fin. Quizás porque en la modernidad esa proclamación quedó solo en teoría, en la cultura posmoderna se impuso como objetivo prioritario lograr la felicidad inmediata con nueva jerarquía de valores: acaparar recursos, calificar a las personas por su rentabilidad económica, alcanzar un puesto con buen sueldo y asegurar una vida confortable «para mí y para mi grupo», a costa del bien común. Es la herencia que han recibido los jóvenes, hoy conocedores e impactados por aires culturales de otros pueblos. Un poco decepcionados de las promesas utópicas, buscan pequeñas trascendencias en la diversión y en el placer de cada día. Si tienen dinero, no les faltan ocasiones. Pero ¿respiran alegría?, ¿se sienten satisfechos?
Contenido exclusivo para personas o entidades suscritas. Para seguir leyendo introduce tus datos o suscríbete aquí. Si no los recuerdas, haz clic aquí
Teólogo