Hacia una economía para la vida buena de todos
El pasado septiembre se celebró en Asís el encuentro entre el papa Francisco y los jóvenes reclamando un cambio en la economía.
Algunos jóvenes, de distintas regiones y de distintos ámbitos culturales, escenificando un texto del profeta Isaías –«todavía es de noche pero el día ya despunta»–, manifestaron su deseo de cambio liberador en las relaciones entre todos los humanos. Con ardor profético, el papa Francisco pidió pasar de una economía de muerte a una economía de vida; y pidió a los jóvenes que tuvieran coraje para ese cambio. Dada la situación mundial, los jóvenes necesitan coraje y firmeza, porque la ideología del sistema es tan sutil y tan fuerte que fácilmente se traga la misma frescura humanitaria de la juventud.
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Teólogo