Los sindicatos europeos reclaman medidas contundentes para abaratar la factura de la luz
Unos 9,5 millones de trabajadores en Europa necesitan más de un mes de salario –38 días en el caso español– para pagar la factura de la luz y calefacción. Los sindicatos piden a los líderes europeos medidas contundentes contra el encarecimiento de la energía.
Si antes del desorbitado aumento de los precios, pagar las facturas de energía ya era difícil, ahora resulta imposible para una gran proporción de familias trabajadoras. En julio de este año, los precios del gas y la electricidad subieron un 38 % en toda Europa en comparación con hace un año. Pero lo peor es que los precios siguen subiendo.
Según un estudio del Instituto Sindical Europeo (ETUI), el centro de investigación independiente de la Confederación Europea de Sindicatos, en la mayoría de los Estados miembros de la UE la factura energética media es ahora superior al salario de un mes para los trabajadores peor pagados.
La factura se come el salario
Esto implica que, en 16 Estados miembros, los trabajadores que ganan el salario mínimo tienen que reservar el equivalente a un mes de salario o más para la iluminación y calefacción del hogar. En 2021, esto afectaba a ocho Estados miembros.
El número de días que debe trabajar una persona que gana el salario mínimo para pagar su factura energética ha aumentado considerablemente en algunos países: Estonia (+26), Países Bajos (+20), Chequia (+17), Letonia (+16). En cuatro países, Eslovaquia, Grecia, Chequia e Italia, la factura anual promedio de energía actualmente asciende a más de un mes de salario para un trabajador que cobra el salario mínimo.
El estudio del Instituto Sindical Europeo ha sido dado a conocer justo antes de la reunión de emergencia del Consejo Europeo de Energía del próximo viernes en la que se va a abordar la fuerte subida de los precios en el sector energético.
Actuar con decisión
Los sindicatos europeos piden a los líderes europeos que actúen con decisión para poner fin a los aumentos insostenibles de los precios de la energía.
En concreto reclaman aumentos salariales para cubrir los incrementos de la inflación y garantizar que los trabajadores reciban su parte justa de las ganancias de productividad; un tope en la cuantía de las facturas de energía y un impuesto sobre las ganancias excesivas de las empresas de energía.
Además, proponen ayudas de emergencia dirigida a personas que luchan por pagar sus facturas de energía y prohibición de desconexiones; inversiones para abordar las causas fundamentales de la crisis, como la versión insuficiente en energía verde y las consecuencias de las privatizaciones.
Redactor jefe de Noticias Obreras