La oración de cada día

¡Veintinueve días para amar!

Sigiloso, audaz, camina Con las ansias perplejas del tiempo Recién estrenados, bailan los días Tiene prisa este año bisiesto Susurra cansada la vida Escondidos se oyen sus ecos. ¿Qué se

La voz perdida

Este mundo convulso deja un desgarro en las afueras de la noche y la soledad de un derribo. Mas la actitud de escucha llegará como mansa lluvia cuando te inunda

La farsa blanca

Hoy estar enterado de lo que ocurre es un arte más intrincado que el que rige en la alta clerecía el uso del bastón. Por eso el de arriba sigue

Cuando cubre la niebla

Los cipreses en noviembre una oración elevan en el lugar donde los cuerpos que ahora, polvo y ceniza, conmemoran el último suspiro. Surcos de sed en los recuerdos, silencio en

Canción triste

Los especuladores campan por sus respetos. ¿Por qué? Los paraísos existen… si son fiscales. ¿Por qué? ¿Por qué permitimos crímenes económicos contra la humanidad y no prohibimos «las armas financieras

Septiembre

El trueno estalla en la cumbre del aire cuando tiemblan las manos, sus noches son de estío todavía, y la brisa benévola en su tentativa final nos deja la mirada

Dos cantos y un dolor

Qué fácil es decir lo que no es con ese giro que toma el torbellino de las opiniones vulgares y destrozar el hecho real… ¿A quién le importa la verdad?