Principales datos del IX Informe FOESSA 2025

Principales datos del IX Informe FOESSA 2025
El IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España (2025) ofrece una imagen nítida de una sociedad en transformación.

Las clases medias se reducen, la precariedad laboral alcanza a casi la mitad de la población activa y la vivienda se consolida como el principal factor de exclusión. Aumentan las brechas de género, generacional, territorial y digital, mientras la infancia y la juventud siguen siendo los grupos más vulnerables.

El estudio alerta del avance de una “sociedad del desasosiego”, marcada por el malestar y la pérdida de cohesión, y plantea la necesidad de un nuevo pacto social y ecológico basado en el cuidado, la corresponsabilidad y la justicia social. Estos son algunos de sus principales datos:

Radiografía social: integración y exclusión

  • Integración plena: 22 millones de personas (45% de la población), −9,8% respecto a 2007.
  • Integración precaria: 17,4 millones (35,7%), +12% desde 2007.
  • Exclusión moderada: 5,1 millones (10,5%), +13,3%.
  • Exclusión severa: 4,3 millones (8,8%), +51,7%.
  • Exclusión social total: 9,4 millones de personas (19,3% de la población), +27,8% desde 2007.

Estructura social en transformación

  • Las clases medias han pasado del 58% al 43% de la población entre 1994 y 2024.
  • Crecen los estratos inferiores: 17% clase pobre, 13% clase obrera y 12% clase media baja.
  • Aumenta la fragmentación social en función de género, edad, territorio y hábitos culturales.
  • El trabajo pierde centralidad como eje de cohesión.

Trabajo, empleo y desigualdad

  • La precariedad laboral afecta al 47,5% de la población activa (11,5 millones de personas).
  • 7,6 millones de personas asalariadas trabajan en condiciones inestables, 1,2 millones son autónomos vulnerables y 2,7 millones están desempleados con experiencia previa.
  • Uno de cada diez personas trabajadoras ocupadas vive en situación de exclusión social.
  • El 20% de las personas ocupadas percibe salarios bajos; entre los menores de 25 años, el 40%.
  • La temporalidad se sitúa en el 17,2% frente al 13,4% europeo.
    • Mujeres: 19,6%.
    • Hombres: 15,1%.
    • Personas nacidas fuera de la UE: 22,3%.
    • Jóvenes (25–29 años): 27,6%.
  • El empleo a tiempo parcial ha pasado del  % al 14% en tres décadas.
    • El 50% lo hace de forma involuntaria.
    • Ingresos 35–45% inferiores a jornada completa.
    • Salario por hora 29% más bajo.
  • Solo un tercio de las personas ocupadas puede teletrabajar.
  • Las personas trabajadoras de plataformas digitales presentan bajos ingresos y escasa protección social.
  • La brecha entre salarios altos y bajos pasó de 4,5 a 5,4 veces entre 2008 y 2014.
  • Mujeres, jóvenes y personas extranjeras concentran los niveles más altos de precariedad.
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Vivienda

  • 4,6 millones de hogares tienen problemas graves de acceso o mantenimiento.
  • Más del 14% destina una parte desproporcionada de sus ingresos a la vivienda.
  • 1,7 millones de personas han sido desahuciadas.
  • El 7% vive en hacinamiento y el 6,3% en tenencia precaria.

Cuidados y desigualdad de género

  • Las mujeres dedican 55,2 horas semanales a cuidados; los hombres, 38,2.
  • El 69% de las personas cuidadoras principales son mujeres.
  • El 22,6% de las mujeres trabaja a tiempo parcial por cuidados; en hombres, el 4,9%.

Brecha digital y desigualdad educativa

  • Uno de cada tres hogares vulnerables sufre “apagón digital”.
  • En el medio rural, el 30% no tiene conexión ilimitada y el 6% carece de dispositivos.
  • Las diferencias en acceso educativo y cultural refuerzan la desigualdad intergeneracional.

Migración y minorías

  • El 18,2% de la población nació fuera de España (8,8 millones de personas).
  • La población extranjera sufre cuatro veces más exclusión severa que la española.
  • Entre 1 y 1,3 millones de personas gitanas, la tasa de exclusión alcanza el 50,5%.

Estado del bienestar y políticas sociales

  • El Estado del bienestar mantiene un apoyo ciudadano del 66–74%.
  • El gasto social público representa el 24,6% del PIB; el gasto privado, el 1,3%.
  • El 40% del gasto en empleo se dedica a incentivos a la contratación y solo el 14% a formación.