La Iglesia clama por el trabajo decente y la regularización de migrantes

La Iglesia clama por el trabajo decente y la regularización de migrantes
Iglesia por el Trabajo Decente extiende su llamamiento a favor de un empleo seguro, con derechos, ni discriminaciones, con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. En Madrid, la iniciativa eclesial se centró en la situación de la población trabajadora migrantes, mientras que Pamplona presentó la recién creada pastoral obrera.

“La dignidad no tiene fronteras y el trabajo decente debe ser un derecho universal”, declaró el delegado episcopal de Movilidad Humana de la Archidiócesis de Madrid, Rufino García Antón en la mesa redonda convocada por Iglesia por el Trabajo Decente, en la que participaron representantes de empresarios católicos, camareras de piso y el promotor de la ILP por la regularización de migrantes.

“Sin la integración jurídica, no hay derechos sino una condena a la indignidad y la explotación” Augustin Ndour, miembro, además, del Partido por un Mundo Más Justo.

“La mayoría de las camareras de piso que limpian las habitaciones son migrantes. Vienen a trabajar y buscarse la vida, pero se encuentran con discriminaciones, discursos de odio y leyes discriminatorios”, apuntó por su parte Mar Jiménez, de las Kellys de Madrid.

“La entrada irregular de personas crea una mano de obra desregulada susceptible de ser víctima de explotación, que puede desencadenar bajadas de salarios”, reconoció el vicepresidente de la Asociación Social Empresarial, Carlos Jiménez, quien defendió el derecho de los Estados a “regular las migraciones”, aunque precisó “con políticas ordenadas, justas, que impidan la explotación y garanticen el respeto a la dignidad humana de todas las personas”.

La asociación de empresarios católicos, explicó su portavoz en la mesa, ve con simpatías el modelo de “contratación en origen”, aunque reconoció que “no partimos de cero”, ante la existencia en nuestro país de cientos de miles de personas migrantes en situación administrativa irregular.

Sin embargo, “no existe libre circulación con los países africanos”, lo que obliga a las personas a “jugarse la vida en el mar y en el desierto”, a exponerse a la muerte y las violaciones, precisó Ndour.

“Sueño con un mundo sin puertas,  donde seamos tratados como iguales, donde podamos enriquecernos a través del intercambio cultural”, reconoció la representante de Las Kellys.

Finalmente, Carlos Jiménez insistió en la necesidad de seguir debatiendo e intercambiando opiniones, “desde el respeto y la comprensión, con diálogo y encuentro”, mientras que Ndour recordó que “la movilidad ha existido siempre y genera problemas que tenemos que afrontar para mejorar y evolucionar como sociedad”, si bien su ideal, en realidad, es que “las personas no estén obligadas a migrar”.

Pamplona promueve el trabajo decente como manifestación de justicia

En Pamplona el encuentro promovido por la Delegación de Pastoral del Mundo del Trabajo en Navarra, con el apoyo de arzobispo Florencio Roselló, puso el foco en la dignidad laboral como expresión de justicia, fe y humanidad.

La militante de la HOAC, Maite Valdivieso, recordó que para la Iglesia desde la permanente referencia al proyecto de humanización que nos propone el Evangelio de Jesucristo, hay algo irrenunciable: la defensa y la centralidad de la persona, el reconocimiento de su dignidad, por lo que “tabajo, persona, dignidad, están íntimamente unidos”.

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“Dios ha puesto el mundo en nuestras manos y nos invita a ser creadores con Él. Él quiere nuestra felicidad, que vivamos como familia humana, donde cada persona sea reconocida suya imagen suya, cómo hijo, cómo hija, lo que nos hace hermanos. La Doctrina Social de la Iglesia ha sido en esto constante, insistente. De ahí la existencia de la Pastoral Obrera como pastoral de toda la Iglesia”.

El sociólogo Imanol Zubero, por su parte, defendió fomentar “una sensibilidad crítica que cuestione la innovación como fin en sí misma, defienda el trabajo como experiencia humana y relacional y ponga en el centro a las personas y su derecho a un trabajo decente” y animó a “escuchar a quienes más sufren estas vulnerabilidades: migrantes, mujeres, jóvenes, mayores y sectores precarizados”, para imaginar y plantear respuestas innovadoras y transformadoras.

Próximas convocatorias

La dimensión espiritual del trabajo ha sido reivindicada en múltiples eucaristías y vigilias. En Alcalá de Henares, el obispo Antonio Prieto presidirá una misa en la parroquia de San José. En Córdoba, el obispo Jesús Fernández encabezará una marcha-procesión seguida de eucaristía en San Nicolás de la Villa. También se celebrarán misas en Málaga, Murcia, La Bañeza, y Ferrol, donde el obispo Fernando García Cadiñanos participará en la parroquia Ntra. Sra. de Dolores. En Lugo y Barcelona, se han convocado vigilias de oración que invitan a la contemplación y al compromiso.

Gestos públicos: visibilizar la lucha por el trabajo decente

Las calles y plazas se convertirán en escenarios de denuncia y esperanza. En Murcia y Córdoba, se realizarán concentraciones y marchas simbólicas. En Málaga y Ferrol, los círculos de silencio serán el formato elegido para expresar el clamor por condiciones laborales justas. En Lugo, tras la vigilia, se leerá un manifiesto y se realizará un acto simbólico en apoyo a los derechos laborales. Estos gestos buscan interpelar a la ciudadanía y a las instituciones, recordando que el trabajo decente es un derecho universal.

Espacios de reflexión y cultura: pensar el trabajo desde la experiencia

La reflexión también tendrá su espacio. En Ávila, se celebrará una jornada sobre “Realidades y retos para el mundo obrero”, con participación de sindicatos y entidades eclesiales. En Logroño, un cinefórum con cortometrajes como Oro rojo y El adiós abrirá el debate sobre las condiciones laborales y la dignidad en el trabajo.