La solidaridad hace posible la regularización de una trabajadora

La solidaridad hace posible la regularización de una trabajadora

A diferencia de los grandes eventos, incluso los desvaríos futbolísticos, los triunfos personales de quienes tratan de salir a flote día a día en nuestros pueblos y ciudades no acaparan los focos mediáticos.

Prisca llegó al taller prelaboral de la Fundación Tots Units de Vila-real hace un par de años derivada por Cáritas. Vivía en nuestro país, ella y sus hijas, como migrante en situación irregular, sin empleo. Llevaba más de diez años en esta situación sin ningún tipo de documentación, ¡increíble!

Al escribir estas líneas, Prisca ha obtenido el permiso de trabajo y residencia. Lo que parecía imposible, como en su día volar o llegar a la luna, se ha hecho realidad. Detrás de este logro ha estado la dedicación y el trabajo en red de muchas personas y entidades.

«Este camino recorrido ya ha sido motivo para dar gracias, he aprendido a esperar, a tener más fortaleza, a trabajar mis limitaciones, a confiar en las personas con las que he estado todo este tiempo. Ahora tengo fe para continuar con más fuerza. Ni en la mejor universidad, pagando, hubiera descubierto todo este aprendizaje», admite Prisca.

Hablar de solidaridad es muy fácil, pero hay que dedicar los medios para que funcione, como la intervención de personas profesionales y voluntarias que la han acompañado; Cáritas atendiendo el aspecto jurídico; la Fundació Tots Units, para lo laboral y personal; los servicios sociales públicos para paliar la desprotección; y la empresa de inserción Reciplana Recuperacions ofreciendo un contrato de trabajo para cerrar el proceso.

Cuando se trabaja en red poniendo los mejores talentos para resolver los problemas que viven las personas más empobrecidas. Acompañar comunitariamente ha sido fundamental, es poner en práctica una comunidad samaritana atenta a las necesidades de otras personas como Prisca, cuya implicación y esfuerzo ha sido igualmente crucial.

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Ha aprendido a no desesperar, involucrándose activamente en su formación profesional, transitando por las diferentes administraciones sin perderse por el camino, un camino de superación de barreras para «ser legal», para ser una ciudadana con derechos. Es de celebrar el resultado de este esfuerzo compartido. Se cierra un capítulo y se abre el siguiente: el acceso a la vivienda.

 

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Texto publicado originalmente en la revista ¡Tú!