Arranca en Roma el Jubileo de los Trabajadores marcado por la memoria de Francisco

La pastoral del trabajo de la Iglesia en España inició este miércoles en Roma su peregrinación al Jubileo de los Trabajadores memoriando al papa Francisco. En una jornada marcada por la oración, el compromiso con la juventud, la denuncia de la siniestralidad laboral… la delegación expresó su esperanza de una Iglesia que camina junto al pueblo de Dios trabajador en defensa del trabajo decente como camino de dignidad y justicia
Bajo un sol imponente, miles de personas se congregaron en las faldas de la Basílica de San Pedro para dar comienzo al Jubileo de los Trabajadores, una celebración marcada por la espiritualidad, la memoria y el compromiso social. La delegación española de la pastoral del trabajo inició su recorrido con una oración a María y a Jesús obrero, un gesto profundo de fe encarnada en el mundo del trabajo.
De camino al cruce de las Puertas Santas, se dio lectura al manifiesto del 1º de Mayo de Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), a cargo de Francho Gracia, presidente de la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Con el lema “Trabajo decente, derecho, no privilegio”, el texto denuncia el paradigma social que enfrentan las personas jóvenes en su acceso al empleo, la vivienda y la estabilidad vital.
La iniciativa eclesial —integrada por Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC— alerta sobre la precariedad estructural que sufren muchas personas jóvenes, obligadas a retrasar su incorporación al mundo laboral por las exigencias del mercado y la hiperformación, y enfrentadas a prejuicios que las tachan de inconstantes o poco comprometidas.
Citando al Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, Gracia recordó que “una persona joven tendría que destinar el 102,3% de su salario para poder alquilar una vivienda en solitario”, lo que evidencia la dificultad para acceder a derechos básicos. También alerta sobre las consecuencias emocionales de este modelo en el que “la precariedad se convierte en lo normativo”, hasta el punto de que imaginar un futuro digno se vuelve cada vez más difícil.
El presidente de la JOC recordó las palabras del papa Francisco en Laudato si’. “El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal” y subrayar que “el gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo”.
Mercé Solè, responsable de la pastoral del trabajo de Catalunya, compartió el mensaje enviado por el obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Xavi Gómez, dirigido a la pastoral y al conjunto del mundo del trabajo.
En su saludo fraterno, el obispo expresó su cercanía con quienes “se ven obligados a trabajar en la precariedad y con quienes están en el desempleo”, y reafirmó el compromiso de hacer presente el Evangelio en medio de las luchas por la justicia social: “Somos parte del Pueblo Santo de Dios y juntos vivimos y anunciamos el Evangelio de Jesús haciéndolo presente y esperanza en la lucha por la justicia, la igualdad, la inclusión, la dignidad, la ciudadanía plena y el bien común.”
El mensaje concluyó con un agradecimiento “en nombre de la Iglesia que peregrina en Cataluña” y un llamamiento: “Cuidémonos y no nos cansemos de hacer y buscar el bien. Que san José obrero interceda por nosotros.”
La visita a la basílica incluyó paradas especialmente sentidas ante las tumbas de san Juan Pablo II y san Juan XXIII, en una memoria agradecida por dos papas que marcaron el rumbo del compromiso social de la Iglesia. En ese silencio compartido, la delegación mantuvo presentes las realidades esperanzadas y también sufrientes que trae consigo desde las diócesis.
La delegación saludó también a Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, y a Luis Modino, periodista que entrevistó a monseñor Abilio Martínez, obispo de Osma-Soria y responsable de la Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal.
En sus declaraciones, Abilio destacó que el pontificado de Francisco en relación con el mundo del trabajo “ha significado un punto de partida muy importante. Recogiendo la Laborem exercens de san Juan Pablo II, el papa Francisco ha puesto el trabajo en primer lugar”, algo que se refleja de forma clara en Fratelli tutti, 162.
“Ha puesto el trabajo como algo central para la Iglesia y para el mundo —añadió—, hasta el punto de decir que las cuestiones asistenciales son necesarias hacerlas, pero que donde esté el trabajo, que desarrolla la personalidad y hace que uno se sienta digno, es lo más importante”.
Sobre el diálogo social, subrayó la importancia de “la escucha y el diálogo entre todos los agentes sociales, donde están los sindicatos, las organizaciones empresariales, el Gobierno y también la Iglesia”. Desde el Departamento de Pastoral del Trabajo, explicó, “hemos tenido encuentros con sindicatos y con organizaciones empresariales a propósito de la salud en el trabajo, que han sido muy fructuosos, porque escuchándonos aprendemos de los otros cómo ir caminando y mejorando”.
Martínez Varea, que también atendió a la televisión pública italiana, puso el foco en los sectores más vulnerables: “los trabajadores más precarios, donde se encuentran las personas migrantes y también los jóvenes, para quienes los sueldos son pequeños, no tienen acceso a la vivienda, son puestos muy precarios y, por lo tanto, no consiguen afianzarse en su vida personal”.
El 1º de Mayo en Italia: trabajo seguro y denuncia profética
En sintonía con la jornada internacional del trabajo, la delegación española recogió también el mensaje lanzado por el sindicalismo italiano, que este año ha centrado el Primero de Mayo en la salud y seguridad laboral, bajo el lema: “Unidos por un trabajo seguro”. Una consigna que denuncia la siniestralidad laboral como una plaga global en este cambio de época. Por la tarde, parte de la delegación asistió al concierto organizado por los sindicatos italianos, donde en el entretiempo se escuchaba por la megafonía la voz de Francisco.
En esa misma línea sindical se pronunció el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y una de las figuras destacadas del de este tiempo que vive la Iglesia. Al ser abordado por la prensa tras salir de la congregación general, evitó comentar sobre el cónclave, pero sí quiso alzar la voz sobre el mundo del trabajo: “Ocupémonos del trabajo y de las víctimas del trabajo. De esto debemos preocuparnos”, dijo.
Cayendo la tarde, RTVE recogió también un directo en el canal 24h con Antonio J. Aranda, director del Departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española. En sus declaraciones, Aranda expresó la preocupación de la Iglesia por “recuperar el sentido del trabajo, por recuperar la dignidad del trabajo”. Añadió que este año, en particular, “estamos haciendo una reflexión sobre los problemas de salud mental en el mundo del trabajo”, difundida en las diócesis junto con celebraciones eucarísticas, conferencias, vigilias y la participación en las manifestaciones del Primero de Mayo.
Preguntado por el futuro pontificado, Aranda apostó por la continuidad “sobre todo con respecto al tema de la justicia social y del mundo del trabajo. Esto es tradición de la Iglesia, esto no es del papa Francisco. Esto forma parte de la dimensión social que tiene nuestra fe y, por lo tanto, no puede obviarse. El papa Francisco lo que sí que hizo fue hacerse muy cercano a estas realidades, a los trabajadores, sobre todo a los más precarios y a las personas migrantes. Pero la preocupación por el trabajo no va a desaparecer de la Iglesia, y el tema de la justicia social tampoco”, concluyó así la primera jornada del jubileo que, como subraya Vatican News, honra el legado social de Francisco

Director de Noticias Obreras