La cultura del cuidado en la Doctrina Social de la Iglesia

La cultura del cuidado en la Doctrina Social de la Iglesia
Foto | Priscilla Du Preez (unsplash)
Publicamos en este Tema del Mes, un exclusivo adelanto editorial del próximo libro de Ediciones HOAC, Que el trabajo sea humano. La necesidad de cuidar el trabajo, de Francisco Porcar Rebollar. En concreto, el subcapítulo dedicado a reflexionar sobre las implicaciones que los planteamientos de la Doctrina Social de la Iglesia tienen en la cultura del cuidado.

Lo que hoy llamamos cultura del cuidado es una constante en la Doctrina Social de la Iglesia, por su propia comprensión de la persona y de la vida social. Por poner solo dos ejemplos, vamos a verlo en la Constitución Pastoral del Concilio Vaticano II sobre La Iglesia en el mundo de hoy (Gaudium et spes, GS) y en la encíclica de san Juan Pablo II El Evangelio de la Vida (Evangelium vitae, EV).

El Concilio dedicó los dos primeros capítulos de GS a la dignidad de la persona humana y a la comunidad humana, respectivamente. En estos dos capítulos está muy presente el cuidado que necesita y pide la dignidad de cada persona y la vida de la comunidad humana, dos dimensiones inseparables del ser humano. GS afirma: «Descendiendo a consecuencias prácticas de máxima urgencia, el Concilio inculca el respeto al hombre, de forma que cada uno, sin excepción de nadie, debe considerar al prójimo como “otro yo”, cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente, no sea que imitemos a aquel rico que se despreocupó por completo del pobre Lázaro» (n. 27). Esa responsabilidad de cuidar nace del carácter constitutivamente relacional del ser humano. La persona «no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás» (n. 24). Como subraya Francisco, este es el verdadero dinamismo de la realización humana: «La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad (…) La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros» [1]. Podríamos decir: la vida se realiza cuidando a los demás.

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