La Iglesia española refuerza su compromiso con la acogida y la defensa de derechos de las personas migrantes

La Iglesia española refuerza su compromiso con la acogida y la defensa de derechos de las personas migrantes
La Iglesia española celebra sus Jornadas de pastoral con personas migrantes, con el lema “Migrantes: signo de esperanza

El Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal (CEE) reúne este fin de semana en Madrid a delegados y delegadas y agentes de pastoral en un encuentro que pretenden impulsar la mirada eclesial sobre la movilidad humana, desde la acogida y la defensa de derechos de la personas migrantes. El encuentro abordará también el nuevo Reglamento de la Ley de Extranjería aprobado por el Gobierno, así como el impacto del Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo.

La cita comienza este viernes 28 de marzo, a partir de las 18h, con la intervención del obispo Fernando García Cadiñanos, presidente de la Subcomisión Episcopal, junto a Fernando Redondo, director del departamento de Migraciones. A continuación, el abogado y profesor Francisco García Calabrés analizará el nuevo reglamento que regula los procedimientos de extranjería en España.

En este sentido, el pasado mes de noviembre, el Departamento de Migraciones de la CEE destacaba los “avances” del nuevo Reglamento de la Ley de Extranjería. Su director Fernando Redondo, valoraba que el reglamento pueda “agilizar todos los trámites, pero lo vemos insuficiente”.

Redondo reiteró la importancia de aprobar la iniciativa legislativa popular para la regularización extraordinaria de personas migrantes”, dado que “habría un grupo significativo de personas migrantes que no se beneficiarían” con este reglamento, en referencia a las personas en situación administrativa irregular, ya que deja fuera a “75.000 personas indocumentadas”.

La sesión de trabajo de hoy finalizará con una reflexión teológica de José Manuel Aparicio, sacerdote y profesor de la Universidad Pontificia Comillas, titulada “Teología de la movilidad humana. Hospitalidad: abrirse o cerrarse a la bendición de Dios”. Una propuesta que recuerda que la acogida al migrante es un camino espiritual de comunión con el Dios de los empobrecidos.

El Pacto Europeo, una amenaza para los derechos humanos

El sábado 29 de marzo, el director del Servicio Jesuita a Refugiados en Europa (JRS), Alberto Ares, abordará el impacto del Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo. En un artículo Nuevo Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo: blindaje de las fronteras y solidaridad en entredicho publicado en Noticias Obreras, afirmó que este acuerdo político “asesta un duro golpe al derecho a la protección internacional”.

“Este pacto impulsa procedimientos fronterizos obligatorios que, de facto, significan la detención de personas. Aumentará el sufrimiento humano y la presión sobre los países de frontera como España, Italia o Grecia”, denunciaba.

Desde el JRS, que acompaña a más de 185.000 personas migrantes en Europa cada año, alertan sobre la criminalización de la solidaridad mediante el concepto ambiguo de “instrumentalización”, que podría afectar incluso a esta entidad. “La definición es tan amplia que deja fuera de protección a las organizaciones que no puedan demostrar que no desestabilizan a los Estados miembros”.

Ares también cuestiona el modelo de “solidaridad obligatoria” entre Estados miembros, que permite a los países eludir la acogida pagando 20.000 euros por solicitante de asilo no aceptado. “No se trata de verdadera corresponsabilidad. Es más bien un sistema que traslada aún más la presión a los países del sur”.

Frente al discurso dominante, el jesuita recuerda que “la migración irregular representa solo el 5% del total” y que el resto de la migración “es legal, contribuye al crecimiento económico y es clave para una Europa envejecida”.

Hospitalidad en acción: compartir experiencias, construir comunidad

Además de las ponencias, las jornadas incluyen círculos de experiencias entre diócesis para compartir proyectos de acogida y la implementación de la propuesta pastoral “Comunidades acogedoras y misioneras”. El domingo 30 se presentarán realidades como la situación migratoria en Canarias, el proyecto “Hospitalidad Atlántica” y el impulso a la ILP por la regularización.

La Iglesia no puede mantenerse al margen del sufrimiento de las personas trabajadoras migrantes. El obispo García Cadiñanos, responsable de esta pastoral, recordó recientemente que la migración es “un desafío apasionante para nuestra generación que ha de sacar de nosotros nuestros mejores sueños, energías y propósitos. Juntos podemos y debemos crear, por la fuerza del Espíritu, comunidades al estilo de Jesús de Nazaret que ayuden a crecer y desarrollarse felizmente todas las personas. Ojalá entre todos encontremos los caminos para alcanzar ese mundo que esperamos”.

En este año jubilar, el papa Francisco ha pedido que no falten signos de esperanza para las personas migrantes, exhortando a que sus anhelos de una vida mejor no se frustren por prejuicios o cerrazones, y que la acogida, basada en la dignidad de cada ser humano, vaya acompañada de responsabilidad y garantías de derechos como la seguridad, el trabajo y la educación.

“Que la comunidad cristiana esté siempre dispuesta a defender el derecho de los más débiles. Que generosamente abra de par en par sus acogedoras puertas, para que a nadie le falte nunca la esperanza de una vida mejor. Que resuene en nuestros corazones la Palabra del Señor que, en la parábola del juicio final, dijo: ‘estaba de paso, y me alojaron’, porque ‘cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’ (Mt 25, 35.40)”, refleja en la bula de convocatoria de jubileo La esperanza no defrauda.