Los cambios de recorrido de los autobuses del Polígono Sur de Sevilla, un agravio más al vecindario

La modificación unilateral de las líneas de autobuses municipales se añade a una larga lista agravios que evidencian el abandono institucional al que sigue sometido el Polígono Sur de Sevilla, según denuncian la plataforma Nosotros también somos Sevilla y la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados.
La gerencia de la empresa municipal TUSSAM decidió desviar las líneas 30, 31 y 32 dejando a varios barrios del Polígono Sur sin transporte público o con un servicio reducido que dificulta la movilidad de los vecinos y las vecinas.
En concreto, la primera lleva más de dos semanas sin pasar por las barriadas de las Letanías y Martínez Montañés, mientras que las líneas 31 y 32 han dejado de circular por algunas zonas de la barriada Murillo y por Martínez Montañés, desde el pasado 6 de febrero.
Nosotros también somos Sevilla y la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados advierten que los cambios se han llevado a cabo “sin previo aviso ni información a los usuarios y las usuarias a través de los canales oficiales, provocando que muchas personas trabajadoras lleguen tarde a sus puestos de trabajo”.
Ambas entidades critican que “en lugar de afrontar la situación y buscar soluciones efectivas, la Administración está eludiendo su responsabilidad, retirando servicios esenciales y dejando a la población en una situación aún más vulnerable”.
“La delincuencia no es la causa de nuestros problemas, sino su consecuencia”, señalan. Aunque condenan “cualquier acto delictivo y toda forma de violencia”, estos colectivos apuntan que “la retirada de servicios públicos no solo no soluciona la inseguridad ni mejora la convivencia, sino que agrava la exclusión y el abandono de nuestros barrios”.
Los cambios del servicio de autobús se han producido después de difundirse la noticia de un disparo contra uno de estos vehículos de viajeros, si bien la investigación policial posterior ha determinado que no hubo tal cosa, sino el lanzamiento de una piedra, dicen las organizaciones vecinales.
Aunque entienden, ante la alarma social generada por la difusión sensacionalista de noticias descontextualizadas, la demanda de condiciones de seguridad para las personas trabajadoras de Tussam, critican que la supresión de los trayectos previstos se ha llevado a cabo sin pensar en la población del Polígono Sur afectada, personas mayores con dificultades de movilidad, estudiantes y personas y familias trabajadoras, en su inmensa mayoría.
También consideran que en nombre de “la solidaridad obrera”, la petición de garantías y protección debería haberse extendido a “las personas mayores, los trabajadores y trabajadoras y demás personas y familias del Polígono Sur, que también la necesitan”.
Después de todo, para los colectivos sociales, no hay “un conflicto entre una o varias personas contra otras”, sino “un conflicto entre instituciones y un grupo de desarmados de un barrio; entre el Estado de Derecho y la barbarie de un reducido grupo de delincuentes alimentado por la pasividad de las administraciones, que renuncian a proteger a las familias y se retiran”, dejando en el desamparo y la privación de derechos fundamentales a los habitantes del barrio sevillano.
“Esta decisión es un palito más en las ruedas de los vecinos y entidades sociales que llevamos años luchando por el barrio, pero parece que nuestra vidas ya no les importan a nadie”, se lamente Carmen Picón, de la Asociación de Barrios Ignorados de Andalucía, que añade que “se sabe lo que pasa, pero no se hace nada, aquí se permiten cosas que no se permitirían en otras zonas, nos han convertido en el lugar donde esconder lo que nadie quiere ver y donde se pueden llevar a cabo actividades que en otros lugares si se persiguen”.
Las entidades sociales explican que “la ausencia de políticas adecuadas, que llevamos años reclamando, es precisamente lo que ha generado las condiciones que ahora se utilizan como excusa para justificar más recortes y restricciones”, como parte de la estrategia de la Administración de “retirarse en silencio, como si nada pasara, y convertir al Polígono Sur en el depósito de pobres de Sevilla”.
Esta acusación se sustenta, además de en los constantes apagones de luz y el mal servicio de transportes, en el hecho de que el Polígono Sur se ha convertido en destino preferente de las familias desalojadas y expulsadas del mercado inmobiliario y de personas sin techo de fuera y dentro de ciudad que permanecen en las calles del barrio sin ser atendidas por el centro abierto con fondos públicos; la utilización de los terrenos del Polideportivo La Paz para guardar los camiones de la limpieza; y los traslados de la oficina de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, de la de Correos y de la comisaría de Policía, así como la desaparición del parque Infantil situado en el Parque del Guadaira.
La asociación vecinal denuncia, por si fuera poco, que “se permite la compraventa ilegal de viviendas y el uso de las mismas para el cultivo de marihuana” y “se consiente que honradas familias con contrato y pagando sus facturas sufran interminables cortes de luz todos los días durante años”.
Recuerda, igualmente, que no se han ejecutado las obras previstas en los PGOU desde el año 87 para eliminar los muros que aíslan el barrio y que mientras el resto de la ciudad se ha llenado de equipamientos administrativos que llevan vida y comercio a los barrios, “ni uno solo ha venido al Polígono Sur”.
Insisten especialmente en que “no hay una adecuada política de empleo que acabe con el problema mayor que tenemos”, por lo que “poco a poco han cavado el pozo en el que ahora nos hundimos”.
“Las Administraciones no saben o no quieren trabajar con las entidades vecinales que no pueden autofinanciarse y a las que cada vez les cuesta más hacer el relevo generacional. Los jóvenes que estudian están pensando en irse en cuanto puedan y los que trabajan tienen que recibir ayuda de las familias porque no pueden comprarse un piso y tienen empleos precarios”, detalla Picón.
Con todo, reconocen las asociaciones vecinales que “de nada sirve lamentarse” y apelan a su “larga historia de lucha”, llegando incluso a cuestionarse, no solo lo que hacen los demás, sino lo que “hemos hecho, estamos haciendo y vamos a hacer los vecinos y vecinas del Polígono Sur”.
Por lo pronto, exigen “la recuperación inmediata de las líneas afectadas y el compromiso de no seguir recortando servicios en el Polígono Sur”, acompañada de un plan que proteja tanto a trabajadores como a los vecinos, “sin sacrificar derechos esenciales”; y “transparencia y comunicación”, garantizando que cualquier cambio en el servicio sea informado de manera clara, además de solicitar “una reunión urgente con el Ayuntamiento, TUSSAM y las administraciones competentes para abordar soluciones reales sin penalizar a la población de esta zona”.
“El Polígono Sur no necesita más recortes, necesita soluciones reales. No aceptaremos que se sigan vulnerando nuestros derechos ni que se castigue a nuestros barrios por problemas que son consecuencia del abandono institucional”.

Redactor jefe de Noticias Obreras