¿Jugamos al Monopoly?

Poca gente sabe que el juego del Monopoly, en su versión anterior, daba la opción de jugar de dos formas distintas.
La primera consistía en comprar inmuebles urbanos, casas y hoteles, entonces no se conocían las viviendas de uso turístico, y explotarlos económicamente a costa del resto de desafortunados jugadores que estaban obligados a pasar por aquellas propiedades y pagar por ello.
En la segunda forma de jugar, la explotación económica de los inmuebles comprados estaba sujeta a fuertes impuestos que se repartían entre el resto de los jugadores. Mientras la primera forma de jugar buscaba la ruina del resto de los jugadores, en esta segunda se buscaba por el contrario equilibrar y repartir la riqueza urbana, con el último objetivo de la integración en el juego del participante menos afortunado.
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Profesor de Filosofía (Bilbao)