Francisco condena las deportaciones masivas en EEUU y pide defender la dignidad de las personas migrantes

“La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”, ha subrayado el Papa en una carta dirigida a los obispos de Estados Unidos
En su mensaje, el papa Francisco expresa su preocupación por la crisis migratoria y el inicio de un programa de deportaciones masivas en el país. En su texto, el pontífice reafirma la enseñanza de la Iglesia sobre la dignidad infinita de toda persona humana y la necesidad de una política migratoria basada en la acogida y la integración, en lugar del rechazo, el odio y la exclusión.
El Papa recuerda que la historia del Pueblo de Israel en el Éxodo y la propia vida de Jesús, quien experimentó el exilio y la migración, deben iluminar la respuesta de la Iglesia ante este desafío contemporáneo. “Jesucristo es el verdadero Emanuel (cf. Mt 1,23), por lo que no ha vivido al margen de la experiencia difícil de ser expulsado de su propia tierra a causa de un inminente riesgo de vida”, escribe el Papa, citando la Constitución apostólica Exsul familia de Pío XII como un fundamento clave del pensamiento eclesial sobre las migraciones.
Crítica a la criminalización de las personas migrantes
En su mensaje, Francisco advierte contra la identificación de la migración irregular con la criminalidad, afirmando que una conciencia rectamente formada “no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo” con medidas que asocien, tácita o explícitamente, la condición ilegal de las personas migrantes con la delincuencia.
Si bien reconoce el derecho legítimo de un país a proteger a sus ciudadanos de quienes cometen delitos graves, subraya que la deportación de personas que huyen de la pobreza extrema, la violencia o la degradación ambiental “lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión”.
El pontífice subraya que un auténtico Estado de derecho se mide por el trato digno que reciben los más vulnerables y que el bien común solo se alcanza cuando la sociedad y el gobierno “acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles”, ha recordado. Asegura que cualquier intento de regular la migración no puede construirse “a través del privilegio de unos y el sacrificio de otros”.
Solidaridad y fraternidad
Francisco exhorta al pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad a no ceder ante discursos discriminatorios y a trabajar por una sociedad más fraterna e incluyente. “Estamos llamados a vivir en solidaridad y fraternidad, a construir puentes que nos acerquen cada vez más, a evitar muros de ignominia”, señala el Papa, insistiendo en la necesidad de “dar la vida como Jesucristo la ofrendó, para la salvación de todos”.
Asimismo, expresa su apoyo y reconocimiento del “valioso esfuerzo” de los obispos estadounidenses por su trabajo pastoral cercano con migrantes y refugiados, anunciando a Jesucristo y promoviendo los derechos humanos”, asegurando que “Dios premiará abundantemente todo lo que hagan a favor de la protección y defensa de quienes son considerados menos valiosos, menos importantes o menos humanos”.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)