El sector militar también daña al cambio climático

El sector militar podría representar entre un 4% y el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero de 2023. La media del 6% supondría 2.253 millones de toneladas de CO2.
El informe “Malos humos militares. La huella de carbono del sector militar en España”, que firma Pere Ortega, del Centro Delàs de Estudios por la Paz, ofrece una estimación de las emisiones de los gases responsables del cambio climático de la industria militar y las Fuerzas Armadas españolas.
Las emisiones mundiales totales de estos gases fueron en 2023 de 37.550 millones de toneladas de CO2, el 26% procedente del sector energético, el 11% del transporte y la industria y el 2% de la aviación.
En realidad, no se conocen con exactitud las emisiones de gases de efecto invernadero del sector militar, porque solo se tienen en cuenta las emisiones de los ejércitos estacionarios en sus instalaciones, bases militares, campos de entrenamiento, maniobras y prácticas de tiro, más los residuos que generan. No se contabilizan las emisiones de las fuerzas armadas que intervienen directamente en guerras, ni todo el ciclo de producción del armamento y maquinaria militar.
Además, las fuerzas armadas y el sector industrial militar no están obligados a informar de sus emisiones. En el Protocolo de la COP de Kioto de 1997, las emisiones militares quedaron exentas. En el Acuerdo de París de 2015, se suprimió esta exención, pero se consideró voluntaria la aportación de información sobre emisiones militares, a criterio de cada país.
Se estima que se estima que en la guerra de Ucrania entre 2022 y 2024 se ha emitido una huella de carbono a la atmósfera muy superior a la emitida por muchos países: 2.700 millones toneladas de CO2.
El estudio sí apunta por ejemplo a que las emisiones responsables del calentamiento global en 2017 del Departamento de Defensa de Estados Unidos se estimaron en 59 millones de toneladas de CO2 y las asociadas a la producción de armamento en 153 millones de toneladas.
Así, la actividad militar de EEUU sería la responsable de la emisión de 212 millones de toneladas CO2, que sitúan a su ejército en el lugar 47 del ranquin mundial de emisores de CO, por delante de Bélgica y Portugal y otros muchos países.
La OTAN como organización militar habría emitido un total de 233 millones de toneladas de CO2 en el año 2023, el equivalente a las emisiones de 8,2 millones de automóviles.
El sector militar español también es un gran emisor de CO2 a la atmósfera. En 2023 sus emisiones fueron de 4,97 millones de tCO e equivalentes a la contaminación de 2,9 millones de automóviles y representaron el 12,5% de todas las emisiones de Cataluña, que fueron de 39,70 millones de toneladas de CO2.
Teniendo en cuenta las emisiones de España en 2023 (271,6 millones de toneladas) se puede afirmar que mientras cada ciudadano emitió a la atmósfera una media de 5,72 toneladas, cada militar español emitió seis veces más: 34,7 toneladas.
Los conflictos armados y guerras además de causar muertes y mucho sufrimiento, destrucción y miseria entre la población que las padece, contaminan suelos y acuíferos, destruyen hábitats y biodiversidad y, por supuesto, emiten enormes cantidades de GEI a la atmósfera aumentando el calentamiento del planeta, señala este estudio.
Esta investigación urge a aumentar la transparencia y el control en las emisiones del sector militar, además de pedir a los gobiernos que se comprometan en reducir también la huella de carbono de sus actividades militares.

Redactor jefe de Noticias Obreras