El papel de los mercados ambulantes en la transición alimentaria

El papel de los mercados ambulantes en la transición alimentaria
FOTO | Mercado semanal de los miércoles en Banyoles (Girona). Vía Marta Carrasco

Los mercados ambulantes municipales pueden desempeñar un papel crucial para lograr un sistema alimentario más sostenible gracias a su proximidad, su fácil adaptabilidad y su presencia capilar en el territorio.

Históricamente, han sido la conexión entre el campo y la ciudad, pero también han sido equipamientos que aseguraban la calidad del producto alimentario a unos precios accesibles. Eran el espacio de encuentro y de relación entre productor y consumidor.

Desde los años cincuenta del siglo pasado, en España, esta relación se ha deteriorado por diversos factores. Algunos de ellos son los hábitos de consumo globales (comercio electrónico, supermercados, hipermercados), los hábitos alimentarios de las personas y la mecanización e industrialización de la producción agroalimentaria.

Modelo de proximidad

La transición hacia un sistema alimentario sostenible es un desafío crucial. El objetivo es que la producción y el consumo de alimentos satisfagan las necesidades actuales sin comprometer los fundamentos económicos, sociales y ambientales para futuras generaciones.

Actualmente, el sistema alimentario mundial es responsable del 30 % de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. Según la FAO, en el Norte global, el uso de energía fósil se debe en gran medida a la transformación y transporte de los alimentos.

Este consumo energético y sus emisiones asociadas se podrían reducir con políticas que fomentasen un modelo de alimentación de proximidad vinculado a los mercados ambulantes municipales, con relación directa entre productor y consumidor y circuitos cortos de comercialización.

Con el propósito de aportar soluciones y contribuir a la descarbonización de la alimentación, con la colaboración de Anna Roca Torrent, de la Universitat de Girona, hemos elaborado el Informe sobre los mercados no sedentarios en la provincia de Girona: ¿una oportunidad para la transición alimentaria?, en el marco del proyecto MeDiTra (Mercados, Distribución, Trazabilidad).

La novedad del estudio radica en su enfoque metodológico a escala territorial y urbana del ecosistema, que se ha realizado con visitas in situ y 300 entrevistas a los comerciantes. A escala territorial, esta aproximación relaciona los mercadillos ambulantes con los espacios de producción alimentaria y los desplazamientos de los comerciantes.

A escala urbana, se ha explorado la relación de complementariedad existente con el comercio local, la ubicación y accesibilidad a nivel de espacio público.

Es importante analizar las sinergias que puede establecer con el sistema de equipamientos públicos locales, así como su relación con la lógica de venta de los grandes supermercados.

Muchos están en riesgo de desaparecer

La provincia de Girona cuenta con 105 mercados municipales no sedentarios y nueve cubiertos, datos que evidencian su fuerte capacidad de adaptación y resiliencia.

Contrariamente a lo esperado, los resultados indican que, desde 2005, en la demarcación han surgido 45 nuevos mercados, aunque muchos de ellos han perdido puestos y están en riesgo de desaparecer.

También puedes leer —  Transformando el mundo desde la cocina

Este incremento demuestra el potencial de los mercados semanales municipales en zona rurales para abastecer municipios donde el comercio local tiende a desaparecer en favor de las grandes superficies.

Por otra parte, vale la pena remarcar que los puestos ambulantes perdidos muchas veces se compensan con grandes puestos de un único comerciante que concentran la venta con una mayor diversidad de productos, aunque siguiendo la tendencia hacia la concentración del comercio en pocos distribuidores.

Este enfoque de modelo hegemónico se observa también en que el 56 % de los puestos de mercado de la provincia de Girona revenden mercancías adquiridas en mercados mayoristas como Mercagirona o Mercabarna.

De hecho, solo el 30 % del total de los comerciantes venden productos propios.

Una red más allá de cada pueblo

Nuestro informe plantea la necesidad de políticas municipales que promuevan un modelo de mercado cuya misión principal no sea exclusivamente la venta, sino también apoyar la transición alimentaria.

La propuesta se centra en activar los mercados semanales municipales como un equipamiento público territorial y urbano con una función integral vinculada a la salud sobre hábitos alimentarios sostenibles y saludables.

También, tienen un papel destacado en la educación y transferencia de conocimientos, el fortalecimiento de la comunidad y la creación de relaciones de confianza, la cultura gastronómica y la memoria, además de colaborar con la sostenibilidad y la economía.

Son una manera de estimular la agroecología y la economía social y solidaria, así como un lugar de encuentro y socialización.

Específicamente, el estudio propone la interrelación entre los mercados mediante clústeres territoriales, sobre todo en las zonas rurales, donde se encuentran la mayoría de los que están actualmente en riesgo de desaparecer.

Estos clústeres podrían asegurar la complementariedad entre los mercados de proximidad, por ejemplo, estableciendo sinergias a partir de reconocer las diversas especialidades de cada uno o ampliando las posibilidades para los usuarios celebrando los mercados en días diferentes de la semana.

De esta manera, estos subsistemas se convertirían en un sistema robusto, adaptativo y, sobre todo, accesible, capaz de transcender los límites municipales.

El objetivo es contribuir a la resiliencia del territorio y a la transición socioecológica, fortaleciendo un sistema alimentario de proximidad y sostenible que sea capaz de enfrentar los desafíos planteados por la actual emergencia climática, que es a la vez causa y efecto del actual sistema alimentario global.

 

•••
Artículo publicado originalmente en The Conversation

The Conversation