La pastoral del trabajo de Orihuela-Alicante: “Ninguna persona debería morir trabajando”

La pastoral del trabajo de Orihuela-Alicante: “Ninguna persona debería morir trabajando”
“Ninguna persona debería morir trabajando”, afirma el Secretariado de Pastoral del Trabajo de la diócesis de Orihuela-Alicante, en una semana marcada por la muerte de dos personas trabajadoras debido a la siniestralidad laboral

“Manifestamos nuestro apoyo a las familias de estos trabajadores muertos y nuestro rotundo rechazo a tantas muertes en muchos casos, evitables”, se puede leer en el comunicado en el que lamenta la pérdida de vidas en el trabajo.

Las cifras de siniestralidad laboral determinan la gravedad de esta realidad sufriente del mundo del trabajo que afecta a miles de personas trabajadoras. Los datos que ofrece el Ministerio de Trabajo son una muestra de ello, 242 personas trabajadoras han pedido la vida y 377,480 han sufrido un accidente laboral. La realidad todavía es más sangrante, pues “quizás solo vemos cifras, pero detrás hay personas, vidas truncadas, familias rotas de dolor, sumidas en la desesperanza”, subrayan desde la Iglesia diocesana.

En este sentido, la pastoral del trabajo pide una mayor atención “ante esta lacra” de siniestralidad laboral, consecuencia de una “economía que mata y descarta”, recuerdan citando la exhortación Evangelii gaudium.

“No podemos consentir tantos muertos trabajando, en muchos casos fruto de las pésimas condiciones de trabajo, de la precariedad laboral y de no respetar la Ley de Seguridad y Salud en el trabajo”, denuncian.

Los responsables de esta pastoral llaman a la responsabilidad compartida de todos los actores protagonistas del mundo del trabajo para mejorar las condiciones laborales. Pero también subrayan “la falta de medios para garantizar la salud y la seguridad en el trabajo”, una responsabilidad que la ley asigna a los empresarios.

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Llamamiento a no permanecer indiferentes

La pastoral del trabajo afirma que, para la Iglesia, “la dignidad de la persona, la salud y la vida” son prioridades esenciales, de ahí que pidan atender estas situaciones de sufrimiento en el mundo del trabajo, una tragedia que no se puede “vivir de espaldas”. “Un trabajo que no cuida de las personas trabajadoras no es un trabajo decente”, aseveran.

Asimismo, reafirman su compromiso en la defensa del cuidado del trabajo y del cuidado de la vida, “y nos unimos al papa Francisco y a toda la Iglesia, en su deseo de que no haya más muertes en el trabajo. Hacemos un llamamiento al conjunto de la Iglesia y a la sociedad, a no permanecer indiferentes ante la lacra de las muertes en el trabajo, porque ¡El trabajo es para la vida!”, concluyen