Escuchar el clamor del pueblo

Escuchar el clamor del pueblo
Nuestra dimensión internacional, nos hace tomar mayor conciencia de nuestra pertenencia a un proyecto más amplio, más allá del territorio diocesano, de lo local y nacional que nos sitúa en otra perspectiva que fomente el diálogo y la búsqueda de lo que nos une.

Sabemos que los problemas del mundo obrero son globales y, por tanto, el compromiso por la dignidad en el trabajo, la lucha por el trabajo decente, la fraternidad ha de ser una tarea universal.

Esta dimensión nos viene de nuestro ser obrera y católica, del internacionalismo del movimiento obrero y de la universalidad de la Iglesia. De ahí nuestra presencia y participación en el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC).

Esta identidad nuestra, nos lleva a ver nuestros problemas como personas trabajadoras más allá de lo particular globalizando nuestra mirada, entendiendo y sintiendo el trabajo como la manera de ganarnos el sustento para satisfacer nuestras necesidades y contribuir a la construcción social.

Nuestra vocación a la comunión nos lleva a derribar los muros que dificultan nuestras relaciones y construir puentes que hagan posible tejer vínculos de fraternidad desde la diversidad, a humanizarnos, a establecer relaciones con otros movimientos para desarrollar, en lo concreto, esta dimensión internacional que nos hace sentirnos parte de un mismo cuerpo que expresa nuestra catolicidad.

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