Conversión cuaresmal
El mes de marzo, litúrgicamente, está marcado por la Cuaresma. Aunque esta empieza un poco antes, en todo este mes tenemos la ocasión de entrar, una vez más, en una nueva dinámica de conversión.
Es nuestra mejor forma de celebrar la muerte y la resurrección de Jesús. La Semana Santa no es, solamente, un recuerdo de lo que pasó hace dos milenios. Si hacemos memoria de Jesús, en los momentos más decisivos de su vida, es para morir y resucitar con Él. La Cuaresma nos predispone para ese nuevo «paso» a la vida. En realidad, la conversión a la que se nos invita en este tiempo es la que debería formar parte de toda nuestra espiritualidad y mística.
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Consiliario de la HOAC de Valencia