USO advierte de que el periodo de prueba y los fijos discontinuos son la nueva cara de la temporalidad
El secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha advertido que el período de prueba de los contratos indefinidos se está convirtiendo en el nuevo contrato temporal, tras la reforma laboral acordada por el Gobierno y los agentes sociales.
Para el líder de USO, han cambiado los nombres, pero no el fondo: los trabajadores siguen sin un puesto de trabajo indefinido a pesar de firmar contratos que sí lo son. De hecho, ha apuntado, el cese de contratos por no superar el período de prueba se ha casi multiplicado por 10 en un año y los fijos discontinuos que pasan a inactividad por 6.
“Los efectos de la no-reforma laboral son los esperados de una reforma que se queda en los nombres de los contratos y no en el fondo del mercado laboral, que sigue siendo igual de precario”, ha denunciado. Las últimas cifras de la Seguridad Social reflejan, a su juicio, “cómo se disparan las bajas en los contratos indefinidos. En concreto, llaman la atención dos variables. Sobre todo, la de personas que causan baja por no superar el período de prueba. Estos casos se han multiplicado por 9 con respecto al año pasado, antes de que entrara en vigor la reforma laboral. El período de prueba dura, en función de los puestos, entre dos y seis meses. Por lo tanto, es el artificio perfecto para hacer contratos basura con cara de indefinidos”.
También ha llamado la atención sobre el aumento de los despidos por causas objetivas (234,7 %) y disciplinarias (170 %), además del incremento de las bajas voluntarias (258,7 %) e involuntarias (320,9 %), desde julio de 2021 hasta julio de 2022. “Esto demuestra otra de las cojeras de la reforma laboral. No puede llamarse reforma si no entra a recuperar los derechos perdidos en cuanto a los despidos. De nada sirve un contrato indefinido si sale tan barato despedir”, ha señalado Pérez.
Igualmente ha identificado como efecto perverso de la última reforma laboral, el aumento de la parcialidad y el uso de los contratos fijos discontinuos, que, ha señalado, “también han aumentado exponencialmente”, en una proporción “muy por encima de lo que, en realidad, ha aumentado la contratación indefinida a jornada completa”
La contratación a tiempo parcial ha aumentado un 31,2 %. Más de 300.000 contratos de este tipo se han hecho a mujeres, menos de 200.000, a hombres. Las jornadas parciales y la pobreza salarial siguen ligada a las mujeres, con una brecha salarial -el domingo se conmemora el día internacional- que aún tardará 132 años en cerrarse, según el Foro Económico Mundial.
Con todo, en opinión de Joaquín Pérez, los contratos fijos discontinuos se han convertido en “la figura más desvirtuada tras la reforma laboral, no solo han crecido este tipo de contratos, sino también su volumen de actividad. El pase a inactividad se ha multiplicado por 6″.
“Con la particularidad, además, de que, al estar contratados, no computan en las cifras del paro registrado”, ha especificado Joaquín Pérez. “Con un volumen de más de 500.000 contratos indefinidos en el último mes, solo se entiende que el paro, a pesar de ello, suba en 40.000 personas, si el indefinido es solo el nombre del contrato, no la realidad del puesto de trabajo”.
Todo ello, en un período “donde ya no sirve tener un trabajo para poder vivir dignamente. Y mucho menos si es de jornada parcial. El IPC sube más del 10 % mientras los salarios por convenio, la cuarta parte. Se habla de subidas de pensiones en función del invento del IPC medio, se sigue retrasando la subida del SMI”.
“Y del Acuerdo Estatal para la Negociación Colectiva nadie se acuerda porque no sirve de nada: nunca marcó las directrices de la negociación colectiva ni sirvió para recuperar los salarios”, ha criticado el secretario general de USO.
Redactor jefe de Noticias Obreras