Seguir cuidando los hilos de la vida, reto que lanza el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos ante el 8M
Ante la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) ha lanzado un mensaje en el que se pone de manifiesto cómo la pandemia ha aumentado las desigualdades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, así como la violencia de género y anima a que, a pesar de ello, el camino sea construir esperanza y seguir cuidando los hilos de la vida.
El mensaje, que ha sido redactado por el MTC de Perú, recuerda que la pandemia sanitaria ha generado estragos en las economías y sociedades del mundo, y, que al mismo tiempo, ha visibilizado las desigualdades estructurales en el desarrollo de todos los ámbitos de la vida. Destacan cómo en esta crisis las mujeres han estado en primera línea dentro y fuera del hogar.
“En el ámbito privado, más del triple de las horas de trabajo de cuidado no remunerado ya recaían sobre sus espaldas, la pandemia las aumentó; y, en el ámbito social, su rol ha sido fundamental para atender los comedores populares, las ollas comunes, la autoorganización vecinal, la promoción de la salud en los vecindarios, aun cuando los recursos personales y la capacidad institucional han sido limitados y los derechos reconocidos también se han visto amenazados”, explican. Señalan asimismo cómo, a pesar de esta labor de las mujeres, se han desarticulado los sistemas sociales y los de protección y las llamadas de auxilio, las denuncias por violencia y el abuso sexual han aumentado.
“Las mujeres quedaron a merced de la violencia machista en condiciones de mayor vulnerabilidad”
La expresión más cruenta de todo ello, según indica el MMTC, es el repunte de feminicidios que se ha registrado durante la pandemia, fruto de que “las mujeres quedaron a merced de la violencia machista en condiciones de mayor vulnerabilidad”.
Con respecto al empleo, también han sido las mujeres en todo el mundo las más afectadas por los despidos y la reducción de salarios, recrudeciendo los desequilibrios y las consecuencias negativas. En el mensaje se pone como ejemplo que América tuvo la mayor caída regional en el empleo de mujeres debido a la pandemia. “Según datos de la OIT se espera que, durante el año 2022, el empleo de los hombres se recupere a los niveles del año 2019 (68,6% de los hombres en edad de trabajar con empleo), mientras que el empleo de las mujeres en edad de trabajar solo se recupere el 43,2%”, explican, considerando por tanto urgente enderezar los caminos, rectificar esas desigualdades históricas, romper con el silencio y construir un mundo más humano. “Es importante luchar contra otras pandemias que siguen matando mujeres, para que dejen de vivir en el espacio más precario”, puntualizan.
Así, en medio de estas diferencias que se hacen cada vez más profundas y que intentan quebrar la vida, los trabajadores y trabajadoras cristianas aseguran que la pregunta que puede marcar la pauta “solidaria y sororal” es “¿dónde está tu hermana?” Porque si la voz de la sangre del hermano (hermana) clama a Dios desde la tierra, habrá que hacer el intento de, teniendo oídos, oír el grito que se expresa frente a la violencia contra las mujeres, niñas y niños que mueren ante las injusticias”, aseguran.
Dar testimonio de la Buena Noticia es también construir esperanza y hacer retroceder la violencia y la injusticia
Recuerdan, por tanto, desde el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos que estamos llamadas y llamados a hacernos presentes en la historia todos los días y traen a este momento las palabras del Papa Francisco que llama a “no balconear la vida”, sino a “meternos en ella, como hizo Jesús”. Dar testimonio de la Buena Noticia es también construir esperanza y hacer retroceder la violencia y la injusticia, por ello ante este 8 de Marzo el MMTC anima a aproximarse a “nuestras hermanas”, “con el amor y la vocación de seguir cuidando los hilos de vida, aunque eso implique soltar comodidades y costumbres”.
Periodista