Economistas europeos, encabezados por Mazzacuto y Piketty, apoyan subir los salarios mínimos en la UE

Economistas europeos, encabezados por Mazzacuto y Piketty, apoyan subir los salarios mínimos en la UE
Un grupo de economista encabezados por Mariana Mazzucato y Thomas Piketty, reclaman a la Unión Europea una subida de los salario mínimos y el fortalecimiento de la negociación colectiva para una recuperación poscovid “firme, justa y sostenible” y que los trabajadores y las trabajadoras “puedan tener una vida digna con lo que ganan”.

En un carta firmada por un grupo de 17 economistas europeos –entre los que se encuentra el profesor Jorge Uxó– y promovida por la Confederación Europea de Sindicatos, señalan que la subida de los salarios mínimos de la UE y el fortalecimiento de la negociación colectiva son esenciales para una recuperación poscovid firme, justa y sostenible. Para los firmantes, “el viejo argumento” de que aumento del salario mínimo “es malo para la economía” ya no se sostiene, sino todo lo contrario, son “esenciales para la recuperación económica”. Los economistas indica que la última crisis económica (la Gran Recesión) “ha enseñado que la austeridad y la congelación de los salarios no son el camino”.

Esta subida de los salarios mínimo mejorarían la vida de más de 25 millones de trabajadores y trabajadoras en la UE, según indican. Muchos de estos son los llamados trabajadores “esenciales” que han garantizado que nuestras sociedades continuaran funcionando durante la pandemia de la COVID-19, que “merecen nuestro aplauso, pero más que eso, se merecen que se les pague adecuadamente por medio de unos salarios mínimos adecuados y la negociación colectiva”.

A continuación, reproducimos íntegramente la carta traducida (original, en inglés):

Los salarios mínimos legales más altos y el fortalecimiento de la negociación colectiva son buenas para la economía

Los salarios deben impulsar la recuperación de la crisis económica. Unos salarios mínimos legales más altos y el fortalecimiento de la negociación colectiva deben ser componentes esenciales para una recuperación firme, justa y sostenible.

En octubre de 2020, la Comisión Europea publicó su propuesta de una Directiva sobre salarios mínimos adecuados en la Unión Europea. Por primera vez en la historia de la UE, está sobre la mesa un proyecto legislativo que pretende explícitamente no solo aumentar significativamente los salarios mínimos en Europa, sino que también reforzar la negociación colectiva.

Esta propuesta es un cambio de paradigma. No hace tanto tiempo que la Comisión rechazó los salarios mínimos adecuados y el fortalecimiento de la negociación colectiva como obstáculos al funcionamiento del libre mercado, argumentando que tienen un impacto negativo sobre el crecimiento y el empleo. De hecho, tras la última gran crisis económica de 2008/2009, la UE ejerció una influencia considerable en muchos países en la urgencia de congelarlos o incluso reducir el salario mínimo y debilitar la negociación colectiva.

La Directiva propuesta sobre los salarios mínimos adecuados para conseguir justo lo contrario: salarios mínimos adecuados y el fortalecimiento de la negociación colectiva tiene que garantizar que los y las trabajadoras puedan tener una vida digna con lo que ganan. Como era de esperar, muchos siguen argumentando que el aumento del salario mínimo prolongaría la crisis, sería demasiado caro para las empresas, y costaría miles de puestos de trabajo. En resumen, el viejo argumento es que el aumento del salario mínimo es malo para la economía.

De hecho, la experiencia en el mundo ha mostrado exactamente el caso contrario: los salarios mínimos adecuados son esenciales para la recuperación económica. Si algo nos ha enseñado la última crisis, es que la austeridad y la congelación de los salarios no son el camino para salir de la crisis. Unos salarios mínimos adecuados como los que propone la Directiva mejorarían los salarios de más de 25 millones de trabajadores y trabajadoras en la UE que actualmente ganan un salario mínimo. Muchos de estos 25 millones de trabajadores y trabajadoras son los llamados trabajadores “esenciales” que han garantizado que nuestras sociedades continuaran funcionando durante la pandemia de la COVID-19. Por supuesto que estos trabajadores se merecen nuestro aplauso – pero más que eso, se merecen que se les pague adecuadamente por medio de unos salarios mínimos adecuados y la negociación colectiva.

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Hay varios canales por medio de los cuales unos salarios mínimos adecuado puede fortalecer la economía: más dinero en los bolsillo de trabajadores con bajos salarios para consumir desencadena una mayor inversión y por tanto, impulsa la demanda agregada, el crecimiento económico, la productividad y, por ende, el empleo general. Puesto que los salarios mínimos tienen un importante efecto de señalización para la evolución de los salarios en general, el impacto positivo del aumento de los salarios mínimo en la demanda agregada se vería a su vez reforzada por un mayor crecimiento de los salarios en general. Los presupuestos públicos también beneficiarían: un aumento de los salarios mínimo significa que los estados tiene que gastar menos en complementar salarios inadecuados por medio de créditos fiscales y prestaciones laborales. El impulso en la demanda agregada ayudaría además a los estados a generar más impuestos a través los impuestos y las cotizaciones a la seguridad social.

A la vista de los retos económicos y sociales que plantea la pandemia de la COVID-19 y el empinado camino de la recuperación que nos queda por delante, se hace crucial que los salarios mínimos adecuados y el fortalecimiento la negociación colectica se reconozcan y promueva como elementos claves de cualquier estrategia de recuperación. La Directiva propuesta es un paso en el dirección correcta, pero se necesitan medidas más contundentes para garantizar el respeto al derecho a la negociación colectiva para que los sindicatos negocien mejores salarios y condiciones para los trabajadores y aumentar los salarios mínimos a un nivel que garantice al menos un nivel de vida decente. Los salarios mínimos adecuados y el fortalecimiento de la negociación colectiva no son solo buenos para la gente, sino también para la economía.

Firmantes

  • Mariana Mazzucato, profesora de Economía de la Innovación y Valor Público. University College London (UCL), Italia/Reino Unido.
  • Thomas Piketty, profesor en la EHESS y en la Escuela de Economía de París, Francia.
  • Sebastian Dullien, profesor de Economía Internacional, HTW Berlín-Universidad de Ciencias Aplicadas, Alemania.
  • Paul De Grauwe, cátedra John Paulson Chair de Economía Política europea, Instituto europeo, Escuela de Economía de Londres, Bélgica /Reino Unido.
  • Thorsten Schulten, jefe del archivo de convenios colectivos de investigación social y económica, WSI, Hans-Böckler-Stiftung, Alemania.
  • Lord Meghnad Desai, economista, Cámara de los Lores, Reino Unido.
  • Michel Husson, economista, IRES, Francia.
  • Ozlem Onaran, profesor de Economía. Universidad de Greenwich, Reino Unido.
  • Mario Pianta, profesor de Política Económica, Scuola Normale Superiore, Florencia, Italia.
  • Julie Froud, profesor de Innovación Financiera, Universidad de Manchester, Reino Unido.
  • Dr Dirk Ehnts, economista, Universidad Técnica de Chemnitz, Alemania.
  • Dr Tom McDonnell, codirector Instituto de Investigación Económica Nevin, Dublín, Irlanda.
  • Dr Philipp Heimberger, economista, Wiener Institut für Internationale Wirtschaftsvergleiche, Austria.
  • Dr Dario Guarascio, economista, Universidad Sapienza de Roma, Italia.
  • Dr Christos Pierros, investigador posdoctoral, Universidad de Atenas, Grecia.
  • Dr Jorge Uxó, profesor de Teoría Económica, Universidad de Castilla-La Mancha, España
  • Dr Angelo Salento, profesor de Sociología Económica y Sociología del Trabajo, Universidad de Salento, Italia.