Hemos pasado de una visión nefasta e injusta del «cuerpo negado, proscrito y condenado» a ese otro «cuerpo idolatrado» y venerado como un nuevo becerro de oro. Siento como algo
Hemos pasado de una visión nefasta e injusta del «cuerpo negado, proscrito y condenado» a ese otro «cuerpo idolatrado» y venerado como un nuevo becerro de oro. Siento como algo