Llega la hora del registro horario y la desconexión digital

Tras la retirada de la ley de reducción la jornada laboral, el Ministerio de Trabajo ha presentado en audiencia pública el reglamento sobre el registro horario y desconexión digital, que los sindicatos quieren que se ponga en marcha “lo antes posible”.
El Gobierno no solo es competente en esta materia, entienden los sindicatos, sino que además está “obligado” por las sentencias de los tribunales de justica europeos, y por los “compromisos pactados” a regular el control horario de la jornada, según el vicesecretario de Política Sindical de UGT, Fernando Luján.
Para su compañero de CCOO, Javier Pacheco, ahora lo importante es “salvar los obstáculos legales que pueda haber sobre la protección de datos y aclarar las materias que pueden o no regularse por real decreto, como pueden ser las cuantías de la sanciones por los incumplimientos empresariales”.
La actual redacción del artículo 34.9 del Estatuto de los Trabajadores, que tras el veto a la proposición de ley ha quedado sin modificar, obliga a las empresas a llevar un registro diario de jornada, aunque sin detallar exactamente cómo debe ser.
Trabajo entiende que el propio Estatuto le concede la habilitación general para regular el control y registro de horario y jornada y desconexión. “Acordamos que el registro horario debe ser no manipulable, interoperable, digital y accesible en remoto y en tiempo real para la Inspección de Trabajo y la representación de los Trabajadores”, explica Fernando Luján, que insiste que “es lo que vamos a exigir”.
Lo antes posible
Desde el viernes 12 de septiembre hasta el viernes 26 de este mes, el borrador del reglamento permanecerá abierto a las aportaciones de la ciudadanía y entidades, entre ellas, los propios sindicatos. Una vez cerrado este trámite, Luján espera que se apruebe “lo antes posible, el primer marte de octubre”, si puede ser.
El representante de UGT afirma, con cierta ironía, que “la patronal estará de acuerdo con que las empresas compitan en igualdad de condiciones respetando las leyes nacionales y comunitarias”, por lo que no ve obstáculos para la puesta en marcha del nuevo registro horario.
Atajar el fraude
Pacheco, secretario de acción sindical y transiciones estratégicas de CCOO, por su parte, adelanta que “la parte más arcaica de la patronal seguramente preferiría seguir infringiendo e incumpliendo las leyes, para no retribuir ni cotizar por las horas de trabajo reales”, por lo que su organización tendrá que estar atenta a que “la literalidad del texto incorpore las medidas necesarias para evitar el fraude a la Seguridad Social, a la Hacienda Pública y al bolsillo de los Trabajadores”.
El actual sistema de control de la jornada laboral, aprobado en 2019, ha recibido críticas al no garantizar su fiabilidad. Las empresas, aunque obligada a consultar a los trabajadores, pueden recurrir a papeles y archivos digitales fáciles de modificar.
El Ministerio quiere que la persona trabajadora pueda, de forma personal y directa, apuntar su hora de inicio y fin de la jornada, “con mecanismos de verificación de identidad”, y que, además, especifique si el tiempo de trabajo es efectivo o de disponibilidad; o si las horas son ordinarias o extraordinarias. También establecerá la obligación de enviar copias a los representantes legales de los trabajadores, que deberán estar presentes para modificar el registro.
El derecho a la desconexión digital introducido en el Reglamento Europeo de Protección de Datos del año 2016 y la tramitación de la transposición en el ordenamiento jurídico español que concluyó en el artículo 20 bis del Estatuto de los Trabajadores no pasa por ser una mención genérica, además de un llamamiento bien intencionado a su negociación entre las partes, por lo que sindicatos y Trabajo quieren convertirlo en una facultad “irrenunciable” de las personas trabajadoras.

Redactor jefe de Noticias Obreras