La OIT sitúa el trabajo decente en el corazón de la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social

La OIT sitúa el trabajo decente en el corazón de la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social
La 113ª Conferencia Internacional del Trabajo adopta una resolución clave para reforzar la justicia social global y el papel de los interlocutores sociales en la ONU, e instando la comunidad internacional a establecer un nuevo contrato social mundial centrado en las personas

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha aprobado este martes 9 de junio de 2025 una resolución estratégica de cara a la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social que se celebrará en noviembre en Catar, convocada por la Asamblea General de Naciones Unidas. El texto reafirma que “la paz duradera solo puede basarse en la justicia social” y que esta debe guiar todas las políticas públicas dirigidas a erradicar la pobreza, generar empleo decente e impulsar la cohesión social.

Treinta años después de la histórica Cumbre de Copenhague de 1995, la comunidad internacional volverá a reunirse en una cita global que busca redefinir las estrategias de progreso social.

En este contexto, la OIT insta a los Estados a renovar su compromiso mediante un contrato social mundial centrado en las personas —y no solo al crecimiento económico—, elaborado con la participación de empleadores y trabajadores, como base para un desarrollo más justo, resiliente e inclusivo.

La resolución destaca el valor de los pilares del trabajo decente —empleo, protección social, derechos laborales y diálogo social— como elementos esenciales de una agenda global verdaderamente transformadora. Subraya además la urgencia de responder a las desigualdades persistentes y a los desafíos emergentes, como la innovación tecnológica, el cambio climático o las crisis de deuda.

“La experiencia del siglo pasado ha confirmado que la acción concertada de Gobiernos, empleadores y trabajadores es esencial para alcanzar la justicia social”, afirma la resolución.

Entre sus recomendaciones, la Conferencia otorga a la OIT un papel central en la aplicación de los resultados de la Cumbre, particularmente en doce ámbitos estratégicos. Esto incluye impulsar políticas nacionales orientadas al empleo decente como prioridad, garantizar la protección de derechos fundamentales en el trabajo —como la libertad sindical, la eliminación del trabajo forzoso o infantil, o la prevención y protección de la salud laboral—, acelerar la cobertura universal de protección social, el fomento de la igualdad entre mujeres y hombres, y la inclusión de grupos vulnerables.

La resolución también subraya la necesidad de facilitar la transición desde la economía informal a la formalidad, abordar las desigualdades estructurales, mejorar la empleabilidad mediante formación continua, promover condiciones dignas en la economía de los cuidados y regular los nuevos escenarios del trabajo digital a través del Observatorio de la OIT sobre Inteligencia Artificial.

“Se trata de situar al trabajo decente en el corazón mismo del desarrollo”, señala el texto, que además vincula estos compromisos a una arquitectura global más justa, a movilizar recursos suficientes a nivel nacional e internacional, a crear marcos sólidos de seguimiento y a cooperar mediante iniciativas globales como la Coalición para la Justicia Social y el Acelerador del Empleo y la Protección Social.

La Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social

Convocada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante las resoluciones 78/261 y 78/318, la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social se celebra del 4 al 6 de noviembre de 2025 en Doha, Catar. Tiene como objetivo renovar el compromiso con los diez principios de la Declaración de Copenhague, acelerar la erradicación de la pobreza, promover el pleno empleo y el trabajo decente, y reforzar la inclusión social.

En un contexto marcado por desigualdades crecientes, transformaciones tecnológicas y desafíos demográficos, la cumbre se presenta como una oportunidad esencial para reorientar la agenda global hacia sociedades más justas, resilientes y sostenibles, sin dejar a nadie atrás.

La cita busca reimpulsar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y cerrar las brechas persistentes que obstaculizan el desarrollo humano integral.