Trabajadores cristianos de León y de Astorga alzan la voz contra la siniestralidad laboral

Trabajadores cristianos de León y de Astorga alzan la voz contra la siniestralidad laboral
FOTO | Funeral de los mineros fallecidos en Villablino. Vía Campillo, ICAL
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de las diócesis de León y de Astorga han expresado su dolor y solidaridad ante el trágico siniestro laboral ocurrido el pasado 31 de marzo en la mina El Cerredo, en Degaña (Asturias), que se cobró la vida de cinco mineros y cuatro resultaron heridos.

El accidente ha generado una profunda conmoción en ambas diócesis, cuyos militantes han alzado la voz para exigir: “El trabajo es para la vida. ¡Ni una muerte más!”

“Las personas trabajadoras tienen derecho a unos ambientes de trabajo y a procesos productivos que no comporten perjuicio a la salud física y mental”, reivindican desde este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos.

Además, subrayan que los accidentes laborales no son cuestión de “mala suerte ni inevitables”, y denuncian que el trabajo no debería ser un lugar donde perder la vida, sino un espacio de desarrollo personal y contribución al bien común.

Precisamente, este martes, la Policía Judicial de la Guardia Civil, acompañada de especialistas y técnicos, ha entrado al interior de la mina de Cerredo para inspeccionar el lugar en el que una fuerte explosión –la principal hipótesis apunta al grusí— acabó con la vida de los trabajadores y la extendido la desolación en sus familias.

Compromiso con la seguridad laboral

La HOAC de León y de Astorga lamenta que las medidas de seguridad que debían garantizar la prevención del accidente no hayan evitado esta terrible tragedia. Recuerdan que la siniestralidad laboral no es solo un problema de quienes están directamente implicados en el ámbito laboral, sino una cuestión social y política que exige el compromiso de toda la sociedad: “Administraciones, empresarios, trabajadores, sindicatos, partidos políticos y asociaciones deben comprometerse con la seguridad laboral”.

Desde la perspectiva cristiana, la organización destaca la necesidad de recordar siempre la dignidad y los derechos de las personas trabajadoras, tal como lo afirma la Doctrina Social de la Iglesia.

“Es un deber recordar siempre la dignidad y los derechos de las personas trabajadoras, denunciar las situaciones en las que se vulneran dichos derechos, y contribuir a orientar los cambios sociales para que se realice un auténtico progreso de la persona y la sociedad”, recuerdan citando la encíclica Laborem Exercens, n. 1, del papa Juan Pablo II.

Las organizaciones diocesanas destacan que el verdadero valor del trabajo radica en la dignidad de la persona que lo realiza. “Dios quiere que el trabajo sea para la vida, y no al contrario”, concluyen

La pastoral del trabajo denuncia una crisis de seguridad laboral

Esta declaración de la HOAC, se suma a la realizada hace unos días por la pastoral del trabajo de la Conferencia Episcopal Española,que también lamentaba este siniestro laboral. “Las muertes en el trabajo se convierten en un clamor que sube hasta el Cielo”, destacaba el comunicado, que subrayaba la necesidad de que la sociedad no permanezca indiferente ante la siniestralidad laboral.

“No podemos normalizar estas muertes; el trabajo debe ser un ámbito seguro y digno”, insistia la pastoral, recordando que estos fallecimientos no son casos aislados, sino la “punta del iceberg de una organización del trabajo que deteriora la salud de las personas trabajadoras día a día”.

Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en 2024 se registraron 796 muertes en accidentes laborales y 628.300 siniestros con baja laboral, lo que evidencia una crisis estructural de prevención y de cuidado en el ámbito laboral.

La Iglesia alertaba que cada tres horas, en promedio, fallece una persona en su puesto de trabajo, y llama a promover un trabajo decente que garantice condiciones laborales seguras. “¡No más muertes en el trabajo!”, clamó el comunicado, recordando el llamamiento del papa Francisco para lograr erradicar la siniestralidad laboral.

Garantizar condiciones de trabajo dignas y seguras

Por su parte, el obispo de León, Luis Ángel de la Heras, presidió una misa-funeral en el Pabellón Municipal de Deportes de Villablino en la que manifestó su dolor humano y el de toda la Diócesis de León por esta tragedia que se suma a otras pérdidas en el ámbito minero.

El prelado subrayó que este trágico suceso debe despertar el compromiso de toda la comunidad para garantizar condiciones de trabajo dignas y seguras.

Desde la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, se envió un mensaje de consuelo a las familias, expresando su cercanía y solidaridad con a las familias y personas allegadas de los cinco trabajadores fallecidos.