Ignacio Sánchez-Cuenca: «Hace falta mucha imaginación para reconstruir los valores y las estructuras del civismo ante el cambio acelerado»

Este profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid lleva tiempo analizando la deriva de los sistemas democráticos en libros y artículos. Hablamos con este analista político del auge reaccionario.
La victoria de Trump y el auge de liderazgos autoritarios han sido señalados como un punto de inflexión para la democracia liberal. ¿Cuáles son los principales riesgos que plantea este escenario?
A mi juicio, Donald Trump es un riesgo para la supervivencia de la democracia más por lo que hizo en 2021 que por lo que está haciendo en estos momentos. En enero de 2021 alentó a sus seguidores a que impidieran el relevo presidencial tras haber perdido las elecciones, asaltando el Congreso. Trump nunca ha reconocido su derrota. La democracia funciona en la medida en que los perdedores aceptan el resultado y Trump no lo hizo.
Desde que inició su segundo mandato, Trump ha tomado multitud de decisiones cuestionables y rechazables, en materia de política exterior, sobre todo. Además, está llevando a cabo una purga en la Administración. Pero eso, por sí mismo, no es antidemocrático.
La verdadera prueba para la democracia liberal es si, en este segundo mandato, Trump acepta o no las decisiones judiciales. Algunos jueces están parando o congelando algunas de sus medidas. Si pasa por encima de los tribunales y no se somete al Estado de derecho, Trump iniciará una involución autoritaria. Estamos a punto de averiguar si está dispuesto a ir tan lejos o no.
Su retorno ha fortalecido un bloque de liderazgos populistas y ultraconservadores en Europa y América. ¿Qué consecuencias puede tener para la Unión Europea y, en particular, para España?
Antes de la segunda victoria de Trump, ya había una especie de internacional de la derecha radical. El fenómeno de la extrema derecha no es nuevo. Sus orígenes en Europa se sitúan en los años ochenta del siglo pasado. Desde entonces, ha habido un crecimiento más o menos sostenido de estas fuerzas en el continente. En algunos países, como Francia o Austria, el avance ha sido gradual. En otros, como Alemania y España, ha sido muy rápido. Pero en conjunto la tendencia es creciente desde hace ya cuatro décadas.
La creencia en la lucha colectiva
en pos de ciertos ideales se encuentra
dañada. Ahí entra la derecha radical,
con la oferta de una solución autoritaria,
de un liderazgo salvífico
La victoria de Trump, evidentemente, refuerza esta tendencia. Al fin y al cabo, Estados Unidos no solo es el país más poderoso del mundo, sino también la democracia más antigua del planeta. De ahí que todo lo que sucede en Estados Unidos tenga un fuerte magnetismo en el resto de países.
Es más difícil precisar cuál será el efecto en España. Al fin y al cabo, España es uno de los países europeos con sentimientos antiamericanos más fuertes. No está claro aún si el alineamiento de Vox con Trump es un lastre para la extrema derecha española.
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Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)