Trabajadores cristianos de Madrid organiza un acto sobre el conflicto en los Centros contra la Violencia de Género

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Madrid convoca este 19 de marzo un acto para dar a conocer el conflicto laboral que afecta a las trabajadoras de los Centros contra la Violencia de Género en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, en el marco del Día de la Mujer.
En el evento previsto para las 18:30 horas, en la sede de la HOAC de Madrid, calle Silva 12, 3º, participa la representante de la Plataforma de Trabajadoras de la Red de Violencia de Género, Fátima López para, quien expondrá las condiciones laborales precarias, la falta de estabilidad y su impacto en la atención a las víctimas de violencia machista.
La Plataforma de Trabajadoras de la Red de Violencia de Género de Madrid lleva meses reclamando más recursos y mejores condiciones laborales para poder cumplir con garantías los objetivos marcados. Sin embargo, la adjudicación de este servicio prioriza la reducción de costes por encima de la calidad de la atención.
Entre los principales problemas denunciados se encuentran la alta rotación del personal y la falta de profesionales para atender adecuadamente las citas, intervenir en los procesos y coordinar el trabajo en red, lo que implica una sobrecarga de tareas administrativas y elaboración de informes. Este trabajo, desarrollado mayoritariamente por mujeres, tiene un alto coste en su salud física y psicológica, como demuestra el elevado número de bajas en los diferentes recursos.
Las Administraciones madrileñas vienen escudándose en que los pliegos de condiciones no permiten mejoras, mientras que las propias empresas adjudicatarias a su vez achacan las limitaciones a los términos establecidos en esos mismos pliegos.
Como resultado, las plazas para mujeres y menores en alojamientos de valoración están lejos de cubrir las necesidades y los procesos se alargan en el tiempo mucho más de lo conveniente. Los centros de emergencia imponen una estancia máxima de dos meses, por lo que a menudo terminan su itinerario sin haber logrado la autonomía debida ni conseguido garantías para su integridad. Es más, en ocasiones, muchas de las mujeres víctimas de la violencia machista acaban volvieron con sus agresores.
También los recursos ambulatorios, fundamentales para la recuperación de las mujeres con o sin orden de protección, están saturados, con grandes listas de espera y tiempos de sesión reducidos.
Las trabajadoras han puesto en marcha diversas acciones para denunciar la situación, incluida su asistencia a las manifestaciones convocadas con el 8 de marzo, en las que denuncian la precariedad en la que desarrollan su labor y la falta de medidas adecuadas para proteger a las mujeres de la violencia.

Redactor jefe de Noticias Obreras