El ciclo de la vivienda en España: mercantilización, emergencia y propuestas

El ciclo de la vivienda en España: mercantilización, emergencia y propuestas
Foto | PAH
Décadas de políticas orientadas a convertir la vivienda en un bien más de mercado están detrás de la actual crisis habitacional, denuncian los autores de este Tema del Mes, miembros de la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca, que presentan la evolución de su lucha y sus propuestas para garantizar hogares dignos y asequibles.

Las políticas del ladrillo para mercantilizar un derecho fundamental como es la vivienda han dejado profundas cicatrices sociales. La mercantilización del derecho a la vivienda y la privatización masiva de viviendas de protección oficial (VPO) han llevado a una crisis habitacional sin precedentes, dejando al país con uno de los parques públicos de vivienda más pequeños de Europa y en una situación de emergencia cronificada que ya afecta a varias generaciones y a un alto sector de la sociedad.

Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de los españoles vivían en alquiler. Ciudades como Madrid y Barcelona eran centros de vivienda en régimen de arrendamiento. Sin embargo, la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1946 cambió el panorama al establecer contratos indefinidos y congelar rentas. Aunque esto protegía a los inquilinos, desincentivaba a los propietarios, que empezaron a vender sus inmuebles o a dejarlos deteriorarse.

Durante la dictadura franquista, el régimen impulsó la propiedad privada como un pilar de estabilidad social. El Estado promovió la construcción de viviendas subsidiadas para su compra, bajo el lema «España, país de propietarios, no de proletarios». El acceso a la vivienda dejó de concebirse como un derecho social y pasó a ser un objetivo individual y una mercancía muy lucrativa para constructores, promotores, bancos y todo el sector inmobiliario en general. Eran los principios del mantra que adoctrino a todo un país, que aún perdura, en que ser propietario era señal de éxito en la vida, al tiempo que empujaban a comprar porque alquilar «era tirar el dinero», ya que el piso jamás sería tuyo, en cambio si te hipotecabas por unas «módicas» cuotas mensuales, en 30 años podría ser tuyo y si no, siempre podías vender para comprarte uno mejor y volver a empezar.

Contenido exclusivo para personas o entidades suscritas. Para seguir leyendo introduce tus datos o suscríbete aquí. Si no los recuerdas, haz clic aquí

 

Deja una respuesta