Los supermercados disparan sus ventas en Navidad sin aumentar sus plantillas
Al acercarse la Navidad los supermercados de alimentación disparan sus ventas, pero no tanto sus plantillas, que deben afrontar la aceleración del ritmo de trabajo, el aumento de las cargas de trabajo y la prolongación de las jornadas, a veces, incluso sin descanso semanal.
Solo el año pasado, las familias dispararon su gasto en alimentación por estas fechas entre un 25% y un 30%. Sin embargo, las empresas de la distribución alimentaria destruyeron 18.000 empleos en el último trimestre de 2023, logrando así disparar sus beneficios a costa de los ajustes de empleo.
Los precios de la alimentación han aumentado casi un 30% desde 20021, muy por encima del incremento medio del coste de la vida que ha sido el 15.9%. Solo en 2024, los márgenes de explotación de estas empresa aumentaron un 4.1% en 2024.
Las buenas perspectivas no logra que las empresas refuercen significativamente sus plantillas, ni renuncien a aplicar distribuciones horarias irregulares, imponer horas complementarias extraordinarias y limitar los descansos y vacaciones, aumentando las dificultades para las personas trabajadores a la hora de conciliar la vida laboral con la personal.
El empleo de por sí está precarizado, fundamentalmente a través de una parcialidad enorme y resistente con escasa prevalencia del empleo indefinido fijo-discontinuo, todavía residual, en torno al 2%. No de extrañar que las personas trabajadoras del sector presenten dolencias musculoesqueléticas y otras problemáticas de salud debido a posturas prolongadas y estrés laboral.
El 40% del personal de supermercados trabaja a tiempo parcial de forma no deseada, una realidad aún más flagrante entre las mujeres, para quienes la alta parcialidad supone endurecer aún más las condiciones de remuneración, ya que al no realizar jornadas completas tampoco acceden a salarios completos.
Las trabajadoras y trabajadores tienen un salario un 26% inferior al salario medio en España, cobrando casi unos 7.000 euros menos al año.
El 66% de las plantillas son mujeres, con una importante proporción de trabajadoras mayores de 45 años, por lo que el empleo está fuertemente feminizado y con alta vulnerabilidad debido a bajos salarios y escasa posibilidad de movilidad laboral.
CCOO reclama unas condiciones mínimas de retribución que palien la desigualdad salarial del sector, así como una política de contratación basada en la estabilidad que reduzca sustancialmente los niveles de parcialidad, además de exigir el aumento de fines de semana libres anuales, limitando el máximo de horas presenciales en el trabajo y el número de días seguidos sin descanso, reduciendo las jornadas partidas, estableciendo turnos de mañana y tarde en un calendario anual, y fomentando mecanismos de refuerzo para limitar la sobrecarga de trabajo.
Redactor jefe de Noticias Obreras