La Iglesia lanza la campaña “La vida pende de un hilo” en defensa de los derechos humanos y de la casa común

La Iglesia lanza la campaña “La vida pende de un hilo” en defensa de los derechos humanos y de la casa común
“No podemos ser indiferentes ante la vida amenazada de quienes defienden los derechos humanos y ambientales”, ha expresado el cardenal Michael Czerny, en la presentación de la campaña que la Iglesia lanza mañana 10 de diciembre en el Día Internacional de los Derechos Humanos

La Sala Stampa del Vaticano ha sido el escenario, este lunes, de la presentación mundial de la campaña “La vida pende de un hilo”, promovida por la iniciativa “Tejiendo futuros, protegiendo vidas”, del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Plataforma de Paz, Democracia y Derechos, y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para toda la Iglesia universal.

Esta campaña por la justicia y la dignidad humana, que también cuenta con el apoyo de la Pontificia Comisión para América Latina, busca visibilizar y proteger a quienes arriesgan su vida en la defensa de los derechos humanos y el cuidado de la creación.

“La vida es un don sagrado de Dios. No podemos ser indiferentes ante la vida amenazada de quienes defienden los derechos humanos y ambientales, los líderes sociales y los actores cívicos que se encuentran en riesgo. Sus vidas son muy expuestas y vulnerables. Por eso el título de esta campaña, La vida pende de un hilo. No podemos dejarlos solos. Tejiendo futuros, debemos proteger las vidas”, ha subrayado el cardenal Czerny, prefecto del Dicasterio, durante la presentación de la campaña que será el eje de actividades durante un año y comenzará coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos.

“Heridas abiertas que claman justicia”

La comparecencia de prensa ha comenzado con la proyección de un vídeo dedicado a Juan López, líder social hondureño asesinado por su lucha en defensa del río Guapinol y el Parque Nacional Botaderos. El testimonio de personas de su entorno y de su familia lo retratan como un hombre de fe y compromiso con la defensa de los bienes comunes de la naturaleza que “vivía para su pueblo. Para él, la casa era donde estaba la lucha”.

El homenaje se extendió a otras personas como el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, asesinado en México por defender los derechos de los indígenas.

“La sangre de cientos de líderes asesinados en América Latina y el Caribe clama justicia y nosotros no podemos permanecer indiferentes. Al honrar su memoria, tenemos el deber de dar a conocer sus historias y acompañarlos en sus esfuerzos por denunciar la cultura de la muerte (…) que viene del modelo económico capitalista y extractivista y de los crímenes transnacionales, aliados con el narcotráfico, una realidad durísima en muchos países latinoamericanos, pero no solamente”, ha denunciado el cardenal Jaime Spengler, presidente de CELAM y de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, realizando además un llamamiento a reconstruir el tejido social desde la fe y la solidaridad: “Nuestra misión es ser sal de la tierra y luz del mundo. No podemos permanecer indiferentes ante las injusticias que gritan por una respuesta”.

El desafío de la democracia pasa por el diálogo y la justicia social

El tercer interviniente en la rueda de prensa, el cardenal Fernando Chomalí, arzobispo de Santiago de Chile, ha subrayado la situación que vive la zona. “Hemos pasado de dictaduras militares a nuevas dictaduras: la de la violencia y el narcotráfico. La democracia está en peligro y no podemos permitir que se debilite”, ha advertido

Chomalí ha recordado que la Iglesia tiene un papel esencial en la defensa de los derechos fundamentales y en el fortalecimiento de la democracia, “debemos ser testigos de la vida y promotores de una democracia más justa, inclusiva y participativa”, ha emplazado.

Finalmente, ha intervenido Emilce Cuda, miembro de la Curia romana en la responsabilidad de secretaria de la Comisión Pontificia para América Latina, quien ha agradecido la presencia del cardenal Czerny, “que es el prefecto del Dicastero de Desarrollo Humano Integral, el encargado de llevar adelante el actual magisterio social de la Iglesia. Y es muy importante su reconocimiento”.

En este sentido, ha recordado que “el desafío del Evangelio incluye la prédica de la justicia social, que es el modo real y efectivo de poner en práctica con palabras y gestos, como dice el primer artículo de la Nueva Constitución de la Curia romana. Y esos gestos es garantizar los cuatro principios de la Doctrina Social de la Iglesia: la vida digna, el acceso universal a los bienes –el bien común–, la solidaridad y las estructuras subsidiarias a través de las herramientas que la historia ha desarrollado”.

La teóloga argentina ha hecho especial hincapié en la importancia del diálogo social como eje central de la campaña y de la Doctrina Social de la Iglesia para alcanzar la justicia social. “El diálogo social es la herramienta que permite sentar a las partes en conflicto, negociar mejores condiciones y construir un futuro común”, ha aseverado.

Cuda recordó que los derechos humanos solo son efectivos si las personas son reconocidas como tales,  “las vidas que perdemos en América Latina no cuentan porque no las reconocen como humanas. Estas personas son los ‘santos de la puerta de al lado’, como nos invita a reconocer el papa Francisco”.

“En el siglo XX, los muertos por el Evangelio eran llamados ‘rojos’. Ahora se convirtieron en ‘verdes’. La Iglesia siempre tiene un lenguaje positivo. Y esta campaña apunta a generar herramientas para una visión positiva, para construir un futuro”, según ha planteado “para que todos, como dijo el cardenal Spengler, tengamos una vida mejor”, ha concluido.