El papa Francisco pide a los jóvenes defender su dignidad en el mundo del trabajo

El papa Francisco pide a los jóvenes defender su dignidad en el mundo del trabajo
FOTO | acliroma.it
Francisco ha compartido un mensaje con los jóvenes trabajadores participantes en la tercera edición de “LaborDì”, una iniciativa promovida por las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos (ACLI, por sus siglas en italiano) de Roma, a quienes ha alentado a defender su autenticidad en el mundo del trabajo y a rechazar cualquier empleo que atente contra su dignidad

Francisco ha recordado, este martes, a los jóvenes trabajadores que “la contribución de cada uno de ustedes puede mejorar el mundo”. “Con ustedes –y quisiera decir a cada uno: contigo– entra en el mundo lo nuevo. Todo, realmente todo puede cambiar”, ha afirmado.

El Papa ha insistido a los jóvenes trabajadores en la necesidad de proteger el propio corazón –un tema recurrente, después de su última encíclica Dilexit nos en la que propone un diálogo con el mundo sobre la necesidad de recuperar el corazón–, “el lugar de las decisiones. Allí nacen las aspiraciones, allí surgen los sueños, allí se hacen sentir las resistencias, allí se insinúan las perezas”, ha dicho.

En este sentido, les ha pedido que no deben ceder ante trabajos “que los humillen y les provoquen malestar, a modos de proceder y exigencias que ensucien su autenticidad. Para dar su contribución, de hecho, no deben conformarse con cualquier cosa, ni siquiera con el mal”.

Además, Francisco ha alertado sobre la organización del trabajo sin humanidad que amenaza la dignidad de quienes trabajan o buscan empleo, de tal forma que “cuando el trabajo se organiza sin corazón, entonces está en peligro la dignidad humana de quien trabaja, o no encuentra trabajo, o se adapta a un trabajo indigno. Hoy, es la misma economía la que se da cuenta de que el saber hacer no basta, que los rendimientos no lo son todo. Para eso bastarán cada vez más las máquinas. Humana, en cambio, es la inteligencia del corazón, la razón que siente las razones del otro, la imaginación que crea lo que aún no existe, la fantasía para la cual Dios nos ha hecho a todos diferentes. Somos “piezas únicas”, ayudémonos mutuamente a recordarlo”, ha pedido.

El trabajo y cuidado de la casa común están conectados

Citando encíclica Laudato si’, el Papa ha recordado la conexión entre el trabajo y el cuidado del medioambiente. “Escuchando el grito de la tierra, del aire, del agua, que un modelo equivocado de desarrollo ha herido tanto, he comprendido mejor una realidad: en la creación ‘todo está conectado’”, por ello, ha alentado a los jóvenes a contribuir con su trabajo en el cuidado de la casa común.

El pontífice ha emplazado a los jóvenes trabajadores a asociarse ya que “juntos se pueden realizar los sueños. El corazón busca amistades, piensa sin aislarse, se calienta identificándose con los demás. El corazón sabe ser flexible y generoso. Sabe renunciar a algo, pero persiguiendo el ideal. Sabe fijarse objetivos, pero cuida la manera en que se alcanzan”.

Finalmente, Francisco les ha invitado construir redes para transformar la sociedad, destacando la importancia de los lazos comunitarios en el mundo del trabajo, en clara alusión a las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, “para reparar la casa común y reconstruir la fraternidad humana. El corazón humano sabe esperar. El trabajo que no aliena, sino que libera, comienza desde el corazón”, ha concluido.