Resurge el debate sinodal sobre el protagonismo de la mujer en la Iglesia

Resurge el debate sinodal sobre el protagonismo de la mujer en la Iglesia
FOTO | Mujeres en la segunda parte de la asamblea sinodal. Vía Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad (octubre, 2024)
El debate sinodal sobre el papel de la mujer en la Iglesia universal y local se intensifica. Las mujeres del sínodo se verán con el papa Francisco, mientras la Revuelta de Mujeres de Murcia llama a las cristianas “que quieran una Iglesia sinodal e inclusiva” a organizarse y en Valencia se prepara un encuentro por una “Iglesia comunidad de iguales”.

El sínodo sobre la sinodalidad, que se está desarrollando en el Vaticano y concluirá a finales de octubre, ha reavivado un intenso debate sobre el papel de la mujer en la Iglesia. Mientras los grupos de trabajo exploran diversas temáticas relacionadas con la sinodalidad, hay un diálogo que vuelve al escenario principal: la participación de la mujer.

Esta cuestión, tiene especial relevancia tras el malestar suscitado por las declaraciones de Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, quien, al intentar aclarar el proceso sobre el diaconado femenino, parecía disminuir las expectativas generadas por este asunto clave en la sinodalidad. Una de las respuesta a esta inquietud y para escuchar, ha sido la convocatoria de una reunión del papa Francisco con las 53 mujeres que participan en el sínodo, este sábado, 19 de octubre, a las 9h.

Francisco ha manifestado en reiteradas ocasiones que no desea limitar la discusión sobre el papel de la mujer al ámbito del ministerio. En una reciente visita a Bélgica y Luxemburgo, subrayó que “las mujeres son el presente y el futuro de la Iglesia”, reconociendo que su contribución es esencial para el impulso y la renovación de la Iglesia.

Esta misma semana, el cardenal Steiner declaraba –en uno de los encuentros con los medios de comunicación que se realizan durante el desarrollo de la segunda parte de la asamblea sinodal–, “nuestra Iglesia no sería la misma sin las mujeres” al tiempo que pedía seguir reflexionando sobre el diaconado femenino, sabiendo como sabe, el también arzobispo de Manaos –en pleno territorio amazónico de Brasil– que el papel de la mujer en la Amazonía es fundamental.

Allí, las comunidades han vivido durante más de 100 años sin la presencia de un presbítero, “las comunidades han seguido viviendo, rezando, celebrando y teniendo sus propias formas de rezar”, informó Luis Modino.

En este sentido, Steiner apuntó que las mujeres habían sacado y sigue sacando adelante a las comunidades cristianas, recordando los ministerios que reciben las mujeres en la archidiócesis.

“Varias de nuestras mujeres son verdaderas diaconisas, sin haber recibido la imposición de manos. Y a estas diaconisas, nos gustaría llamarlas diaconisas, pero para no crear confusión con el ministerio ordenado, aún no hemos encontrado una palabra adecuada”, aclaraba Steiner, para destacar su admiración por sus compromisos “al frente de las comunidades”

El cardenal incluso se preguntó “¿Por qué no restaurar el diaconado femenino ordenado si ya ha existido en la historia de la Iglesia, tal como se hizo después del Concilio para restaurar el diaconado permanente para los hombres?”.


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Un grito de esperanza y justicia

A nivel local, en nuestro país, la Revuelta de Mujeres en la Iglesia va cogiendo cuerpo en la Región de Murcia, donde mujeres de Comunidades Cristianas de Base y de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) han unido sus voces para avanzar hacia un cambio estructural.

En una declaración realizada esta semana, expresan su compromiso con la inclusión y la justicia, y denuncian las múltiples formas de discriminación que las mujeres cristianas enfrentan en la Iglesia.

“Estamos cansadas de las incoherencias y autoritarismo que percibimos a diario. Queremos denunciar las múltiples formas de injusticia e invisibilización que sufrimos en la Iglesia”, afirmaba su portavoz, Rosa Pérez.

“Somos mujeres creyentes. Vivimos con pasión el seguimiento de Jesús de Nazaret en muchos grupos, parroquias, organizaciones, movimientos eclesiales y congregaciones. Estamos comprometidas con la causa de Jesús y luchamos por la renovación de la Iglesia y la transformación social desde la perspectiva de las mujeres”, subraya la portavoz.

En un contexto en el que las mujeres constituyen la mayoría en el funcionamiento y en diversas actividades eclesiales, su demanda de acceso a ministerios como el diaconado y el presbiterado se vuelve aún más urgente.

“Queremos una Iglesia donde todos los carismas y todos los espacios estén abiertos a mujeres tanto como a hombres”, completa Pérez en su declaración.

Para continuar con este compromiso, se ha convocado un encuentro de mujeres cristianas, el sábado 26 de octubre, en el que contarán con la participación de Montse Escribano, presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas.

Encuentro por la igualdad en Valencia

El anhelo por la igualdad en la Iglesia se expresa igualmente en el próximo encuentro de mujeres trabajadoras cristianas convocado por la HOAC de la diócesis de Valencia, también para el 26 de octubre a las 17:30h.

Este evento busca acoger y empoderar a las mujeres y fomentar un diálogo sobre la construcción de “una Iglesia que sea comunidad de iguales”, donde todos los carismas y espacios estén abiertos a todos y a todas.

“Si quieres empoderarte junto a otras y contribuir a la causa de la igualdad”, reza la invitación, reflejando el deseo de muchas mujeres de transformar la realidad eclesial.

Estos espacios de encuentro son importantes para crear una conciencia colectiva, para la formación y el fortalecimiento de un sentir compartido que construyan una Iglesia más sinodal que incluya a las mujeres en todos los aspectos de la vida eclesial.

Los debates en el sínodo y los compromisos de las mujeres en las iglesias locales son, en mi opinión, un signo de esperanza sobre la necesidad de un cambio profundo que ya está ocurriendo y que es imparable.

En este caminar juntas y juntos, es esencial que las voces de las mujeres sean escuchadas y valoradas en todos los niveles de la Iglesia.

“Trabajamos y trabajaremos para recuperar una Iglesia donde las mujeres seamos reconocidas como sujetos de pleno derecho, con voz y voto en todas partes”, subrayan desde la Revuelta.

Esto permitirá enriquecer a toda la comunidad eclesial, promoviendo un sentir compartido de corresponsabilidad y colaboración.

La sinodalidad debe ser una realidad en la que todos y todas, puedan contribuir plenamente al cuerpo de la Iglesia universal y local, construyendo así un futuro más fraternal y esperanzador.