La ola de calor requiere previsión y prevención para proteger la salud de la población trabajadora

La ola de calor requiere previsión y prevención para proteger la salud de la población trabajadora
Las olas de calor disparan la siniestralidad laboral. El año pasado, uno de los más cálidos desde que hay registros, se declararon 304 accidentes de trabajo relacionadas con las altas temperaturas. Las empresas tienen la obligación de proteger a sus trabajadores ante los avisos por alerta roja o naranja.

Cuatro de los 199 accidentes con baja durante la jornada laboral debidos al calor e insolación resultaron mortales, un aumento con respecto a 2022 del 27%. Además, se registraron 105 accidentes con baja duran la jornada laboral atribuibles a los efectos de las temperaturas extremas, luz y radiación, un 18% más.

El calor contribuyó a la muerte de unas 3.000 personas, el 66% de las cuales fallecieron durante el mes de agosto, por lo que el sindicato UGT teme que no se hayan registrado todos los accidentes mortales por exposición a altas temperaturas, dado que trabajar a la intemperie cuando el calor arrecia sin adoptar las medidas preventivas eleva los riesgos de siniestralidad.

De hecho, la organización de trabajadores afirma en un informe que “en prensa hemos localizado más de los registrados en las cifras oficiales”, en referencia a las muerte por calor de personas trabajadoras

El estudio europeo Adapheat, en el que ha participado CCOO, afirma que las olas de calor son las causantes del mayor número de muertes de todos los fenómenos relacionados con el cambio climático en Europa. Cada año, la exposición al calor excesivo en el trabajo causa casi 23 millones de lesiones laborales, cerca de 19.000 muertes y la pérdida de más de dos millones de años de vida ajustados por discapacidad.

En concreto, durante las olas de calor los riesgos laborales se disparan un 17,4%, según la investigación.

Las organizaciones de trabajadores piden a las empresas que cumplan con la legislación sobre prevención de riesgos laborales y en concreto con los aspectos relativos a exposición a altas temperaturas, tanto en interiores como en exteriores.

Medidas preventivas

Se remiten a lo dispuesto en el Real Decreto-ley 4/2023, de 11 de mayo para trabajos que se desarrollen al aire libre y en los lugares de trabajo que, por la actividad desarrollada, no puedan quedar cerrados.

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Igualmente, proponen la negociación de protocolos para prevenir los efectos del calor sobre la salud, entre las empresas y la representación legal de los trabajadores y reclaman el cumplimiento de la jornada intensiva de verano, si así lo tienen recogido en sus calendarios laborales o convenios colectivos.

Los sindicatos recuerdan que se deben identificar y evaluar los puestos de trabajo y tareas con riesgo de exposición a altas temperaturas, contando con la participación de los trabajadores y trabajadoras o de sus representantes en la gestión del riesgo, además de formar e informar a los trabajadores sobre el riesgo y las medidas adoptadas.

Entre las medidas que se pueden acordar está la rotación, la disminución de la carga de trabajo, la redistribución de jornada, los descansos, las pausas, el suministro de agua y otras bebidas frescas no alcohólicas, no trabajar en solitario, etc, así como proporcionar ropa adecuada, ligera, no voluminosa y que no dificulte los movimientos, proteger la cabeza y proporcionar cremas de protección solar.

Además, los planes de prevención deben establecer y planificar la vigilancia de la salud y los primeros auxilios y enseñar, en estos casos, a reconocer los primeros síntomas de un golpe de calor. De ser necesario, se puede considerar la paralización del trabajo por riesgo grave e inminente y denunciar ante Inspección de Trabajo.

Los golpes de calor ocurren cuando el cuerpo no puede controlar su temperatura, aumentando hasta alcanzar niveles peligrosos (por encima de 40°C). Sus síntomas, además de la temperatura corporal elevada, tienen que ver con el aspecto rojizo, acompañado de sequedad de la piel, el pulso rápido y fuerte, confusión, desorientación o pérdida de conciencia, dolor de cabeza intenso, náuseas o vómitos y falta de sudoración.

También desde la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía han elaborado una pequeña guía gráfica para identificar el estrés térmico y poder actuar con celeridad, que ha difundido por su parte la Pastoral Obrera de la diócesis de Orihuela-Alicante, desde su cuenta en X (antes Twitter).