Decathlon denunciada por vulnerar la libertad sindical, en plena negociación del convenio colectivo
La multinacional Decathlon ha sido denunciada por vulneración del derecho fundamental a la libertad sindical, en medio de la negociación de su convenio colectivo, por el sindicato CCOO.
“No nos dan la información que pedimos, no nos dejan tener un tablón de información, hacen el vacío a nuestros delegados y delegadas que, en algunos casos, tienen los peores turnos”, explica Esther Rodríguez, delegada por CCOO en la empresa de material deportivo.
Sin ir más lejos, “los jefes nos han echado de las tiendas con el pretexto de que interrumpimos el trabajo y piden a la plantilla que no hable con nosotros”, durante el reparto de información a la plantilla sobre la negociación colectiva en curso y la demanda presentada, detalla la sindicalista, que se inició en esta actividad en 2008 en el centro comercial La Rosaleda, Málaga.
Los obstáculos a los que se enfrentan sindicatos como CCOO, que ostenta la mayor representatividad en el sector del comercio minorista, UGT o USO no los tiene el Sindicato Grupo Independiente de Colaboradores de Decathlon (SGICD), al que la empresa sí ha autorizado a acceder a los correos electrónicos de la plantilla.
De los 170 centros de Decathlon en España, en los que empleo entre 8.000 y 10.000 personas, solo 42 tienen comité de empresa. En 18 de ellos existen representantes de CCOO, UGT, USO o CGT, pero la mayoría sindical la ostenta SGCID. De hecho, en la mesa de negociación del convenio colectivo, SGICD tiene la mayoría, con ocho delegados.
La política contra los sindicatos no corporativos viene de lejos, según Rodríguez, que recuerda el caso de una trabajadora de Asturias que “se presentó en la lista de CCOO y acabó con una baja por depresión después de las presiones a las que fue sometida”.
También un representante de CGT recibió sanciones por supuestas faltas muy graves y fue suspendido de empleo y sueldo dos veces, hasta que fue despedido, como le ocurrió a otro delegado del mismo sindicato, nombrado delegado del comité de empresa de un centro logístico de la firma, en sustitución de un compañero electo que había abandonado la empresa.
Las condiciones de trabajo se han resentido, en opinión de la delegada de CCOO, con esta correlación de fuerzas sindical, “si antes teníamos unos sueldos iguales o superiores al resto del sector, ahora apenas superamos el salario mínimo interprofesional y se han generalizado los turnos partidos, a pesar de que la inmensa mayoría de la plantilla trabaja 20 o 30 horas a la semana”.
La negociación del próximo convenio colectivo de Decathlon no va por buen camino, a su juicio. “La empresa sigue proponiendo condiciones de crisis, no quiere saber nada de mejoras sustanciales de salario, ni de turnos intensivos ni de mejorar los permisos legales previsto por ley”, apunta Rodríguez, quien se queja además de la dirección haya planteado rebajar el complemento por incapacidad temporal, acabar con el plus de domingos-festivos, “a pesar de que somos una de las empresas donde más domingos y festivos se trabaja del sector”.
Además, Decathlon quiere triplicar el periodo de prueba, mantener en solo tres meses la activación de los contratos fijos discontinuos y se niega a establecer unas subidas de horas trasparentes para permitir a sus trabajadores salir de la extrema parcialidad. La firma de material deportivo, que pertenece al mismo grupo que Leroy Merlin o Alcampo, ha visto incrementar sus acciones en un 13%, mientras ofrece a su plantilla un aumento de sueldos del 10% en tres años, igual que la inflación, sin ganancia de poder adquisitivo.
Dado el clima laboral y el estado de la negociación, justifica Rodríguez, “el sindicato tenía que tomar cartas en el asunto y luchar para ser útil como herramienta de mejora para las personas trabajadoras”, por lo que ha decidido denunciar a la empresa por vulnerar el artículo 64 del Estatuto de los Trabajadores relativo a los derechos de información, consulta y competencias.
A la sindicalista le cuesta entender que, a estas alturas, una multinacional como esta impida el libre ejercicio de la libertad sindical y prefiera que sea un juzgado el que establezca las relaciones laborales en sus centros de trabajo, por lo que se reafirma en la necesidad de luchar por “lo que creemos que es lo justo por el trabajo que realizamos. Queremos salarios y beneficios sociales acordes a lo que gana la empresa”, afirma Esther Rodríguez.
Redactor jefe de Noticias Obreras