Meditaciones con palabras de Jesús
El affaire del templo (Jn 2, 13ss) nos recuerda un hecho tremendo: los dirigentes religiosos han convertido la casa de Dios ¡en un mercado! ¡Cómo es esto posible! Un templo con la Trinidad invertida: dinero, religión, poder. ¡Maldita sea la tentación religiosa, que convierte el templo de Dios en pura mercadería y al trabajador en esclavo del capital! «Y Jesús, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo…».
Tampoco nosotros permitamos que los pobres sean engañados con el fraude de ritos que son pitos capitalistas, ¡por Dios! Al templo se va a comer su cuerpo entregado y a beber su sangre derramada, ¡frutos de la cruz, el árbol de la vida! ¡A llenarse de Espíritu Santo! Y luego, al compromiso por los empobrecidos del mundo obrero.
En efecto, la cruz es la demostración suprema del amor a que lleva el dinamismo del Espíritu. ¿Hay otro camino espiritual para nosotros los cristianos que no sea el de Jesús? La conducta del ser humano está guiada y juzgada por la cruz: bondad es bajar a los crucificados de la historia; maldad es ser indiferente a los que hoy están siendo crucificados. ¡Y cuánta maldad, hermanos, cuánta mentira y violencia campando por sus respetos, en este Occidente cada vez más decrépito en su nulidad! Agentes de muerte como son no pueden soportar la luz que les echa en cara su modo de obrar, que denuncia su vil hipocresía…
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Consiliario de la HOAC de Segorbe-Castelló
