“Para una vida digna es esencial que el trabajo sea humano”
“Cuidar el trabajo, para cuidar la vida forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia”, ha defendido Paco Porcar, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y colaborador de Noticias Obreras, en su intervención en la sesión de este jueves del aula Rovirosa-Malagón celebrada en el Instituto Superior de Pastoral de la UPSA.
“En nuestro mundo, en muchas ocasiones, el trabajo está profundamente deshumanizado, dañando gravemente la vida y la dignidad de trabajadores y trabajadoras. En todo el mundo, pero mucho más en los países del Sur”, ha denunciado Porcar en su intervención centrada en “Situaciones de deshumanización en el trabajo, especialmente en África y América Latina”.
El ponente ha recordado que cada año mueren en el mundo dos millones de trabajadores y trabajadoras a causa de enfermedades laborales y la siniestralidad laboral y que unos 2.000 millones de personas en el mundo (el 60% de la población trabajadora) tiene un empleo que la Organización Internacional de Trabajo (OIT) define como “informal”, con menos derechos laborales, dificultades para negociar sus condiciones y acceder a la protección social.
Todavía la pobreza laboral afecta a 214 millones de trabajadores que viven con menos de 1,90 dólares al día, mientras que solo el 47% de la población está cubierta por alguna forma de protección social. Pero es que las peores formas de explotación siguen presente en nuestro mundo: 160 millones de niños y niñas están sometidos a trabajo infantil y 28 millones de personas están atrapadas en el trabajo forzoso, en situaciones de esclavitud o muy parecidas.
En su intervención, Porcar ha enfatizado que la enseñanza de la Iglesia plantea que el trabajo es, por su vocación, “clave esencial de la cuestión social”, que decía san Juan Pablo II, y “una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal”, en palabras de Francisco.
Cuidar el trabajo para cuidar la vida
Precisamente, el papa Francisco en su mensaje a la 109 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, del 17 junio 2021, hacía un llamamiento para buscar soluciones que nos ayuden a “construir un nuevo futuro del trabajo fundado en condiciones laborales decentes y dignas (…) y que promuevan el bien común, una base que hará del trabajo un componente esencial de nuestro cuidado de la sociedad y de la creación”.
Así, preservar el trabajo humano significa implicarse para que se realice “en condiciones dignas”. Eso es lo que quiere expresar Francisco cuando subraya que “el gran tema es el trabajo”, puesto que es la clave para construir el bien común y atender las necesidades de las personas empobrecidas y excluidas.
De ahí que “la causa de la defensa de la dignidad del trabajo y del trabajo digno es también causa de la Iglesia en fidelidad a Cristo en el servicio a los empobrecidos”, ha comentado Porcar, porque, como escribió Juan Pablo II en su encíclica Laborem exercens, “estos son en muchos casos resultado de la violación de la dignidad del trabajo”, recuerda Porcar.
Después de todo, “el deseo de Dios es que sus hijos e hijas vivan con dignidad y para ello es esencial que el trabajo sea humano”. Por ello, “cuidar el trabajo para cuidar la vida forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia”, ha subrayado.
El papa Francisco, además, ha insistido en especial en responder a los desafíos que presentan “las periferias” del mundo del trabajo, para construir la fraternidad universal que en el plano local comienza con la acogida e inclusión de las personas migrantes, ha resaltado Porcar.
Es más, Porcar, siguiendo a san Juan Pablo II, entiende que en la Iglesia “solo podemos evangelizar desde la pasión por lo humano y por las personas empobrecidas”, por lo que luchar para que el trabajo sea humano es una de las concreciones de esa pasión” que debe motivar a la comunidad cristiana a “anunciar el Evangelio del Trabajo y defender la dignidad del trabajo y el trabajo digno”.
Redactor jefe de Noticias Obreras