Cuidando a las víctimas de la siniestralidad laboral
«Mi nombre es Rafael y tuve un accidente laboral en 2014, con 36 años. A los dos años, sin necesidad de ir a juicio, me concedieron la incapacidad permanente absoluta, la cual revisaron en 2017. En esa revisión, ratificaron la primera evaluación y descartaron la posibilidad de recuperar mi puesto de trabajo en la empresa. Debido a mi edad, la resolución indicaba que a partir de septiembre de 2019 podrían volver a evaluarme. La mutua solicitó esta revisión en febrero de 2020. Me citaron en julio y en la resolución determinaron que, debido a una mejoría, pasaba a la incapacidad total. Presenté un recurso, pero no obtuve respuesta. Ahora, estoy programado para ir a juicio en noviembre de 2021. Mis lesiones son daños irreparables en la columna, lo que resulta en dolores crónicos tratados por la unidad del dolor con fentanilo y oxicodona. Tengo 43 años y llevo cinco años sometido a este tratamiento, viviendo con el dolor. Desde que me cambiaron a la incapacidad total, he perdido la motivación para seguir soportando todo esto. Ya de por sí es desesperante vivir de esta manera, sometiéndome a evaluaciones constantes y viendo cómo empeoro cada año y, encima, me quitan la mitad de la pensión sin poder realizar ningún trabajo. Además, la medicación no es estable y genera tolerancia y adicción. Me veo obligado a combatir el dolor aguantando lo que pueda, sin ninguna opción clínica, solo con una bomba de morfina cuando ya no pueda soportar el dolor, además de los parches de fentanilo de 75 cada 48 horas y las pastillas de oxicodona. Me gustaría saber si, de alguna manera, como asociación, podríais ayudarme u orientarme. De antemano, gracias».
Este correo electrónico es el punto de partida de mi relación con Rafael. Por mi situación de jubilado, con tiempo y con opción de dedicación a la asociación AVAELA, una de las tareas que realizo, «bendita tarea», es seguir, cuidar, contestar, orientar, poner en contacto con nuestros abogados, facilitar el trance a aquellas personas y familias afectadas por la siniestralidad laboral con las que contactamos o que, como en el caso de Rafael, se ponen en contacto con AVAELA.
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Militante de la HOAC de Córdoba
Miembro de AVAELA
