5 millones de empleo perdidos en Ucrania desde el inicio de guerra provocada por Rusia
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica una pérdida de 4,8 millones de empleos en Ucrania desde el inicio de la invasión y la guerra provocada por Rusia
Las principales conclusiones de la nota informativa El impacto de la crisis de Ucrania en el mundo del trabajo: Evaluación inicial apuntan a pérdidas masivas de empleo en Ucrania; al impacto de la guerra en los países vecinos y en Asica Central; y a las repercusiones a nivel mundial.
Pérdida masiva de empleo
El impacto económico, los desplazamientos internos y el flujo de refugiados son las tres causas que “están provocando pérdidas de empleo e ingresos a gran escala”. Las estimaciones de la OIT señalan 4,8 millones de puestos de trabajo perdidos, lo que equivale al 30% del empleo existente antes de que estallara la guerra en Ucrania. En este sentido, esta agencia de la ONU advierte que “si las hostilidades cesaran inmediatamente, podría producirse una rápida recuperación, con el restablecimiento de 3,4 millones de puestos de trabajo”. Sin embargo, si la escalada militar fuera en aumento también lo haría las pérdidas de empleo “hasta alcanzar los 7 millones” de puestos de trabajo.
El conflicto bélico ha causado 5,23 millones de refugiados y personas desplazadas por la fuerza, que se han trasladado a los países vecinos. La OIT estima que alrededor de 1,2 millones del total de las personas refugiadas trabajaban antes de la agresión y que unos 2,75 millones de ese grupo de población refugiada están en edad de trabajar. Dos tercios de ellas tienen un nivel de estudios de educación superior y el 49 por ciento estaban empleadas en ocupaciones altamente calificadas. La mayoría de los refugiados son mujeres, niños y personas mayores de 60 años.
Impacto en los países vecinos y en Asia Central
La permanencia de un mayor tiempo en el exilio “crearía una mayor presión en el mercado de trabajo y los sistemas de protección social de los países vecinos” principalmente en Hungría, Moldavia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia. “Si no se toman las medidas necesarias, –señala la OIT– las tasas de desempleo aumentarían considerablemente en muchos de estos países”. Además, impacto de la guerra afecta a la economía rusa, una situación que “podría obligar a los trabajadores migrantes a regresar a sus países de origen, especialmente en Asia Central, como Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, lo que provocaría una reducción significativa de las remesas y agravaría los problemas de empleo”.
Repercusiones a nivel mundial
El aumento de los precios de los alimentos y la energía, acelerado por la crisis de Ucrania, amenaza la recuperación del empleo, afecta a los salarios, y ejerce una presión adicional sobre los sistemas de protección social, particularmente en los países de renta baja y media, que aún no se han recuperado totalmente del impacto de la COVID-19.
Según la OIT, la agresión contra Ucrania “no solo resulta devastadora para este país, sino que también ha provocado una nueva conmoción en la economía mundial” que se refleja en un aumento rápido de los precios de los productos básicos, en particular los de los alimentos y el combustible, mientras que las cadenas de suministro siguen experimentando interrupciones. Además de la “creciente incertidumbre” a todos los niveles. En aumento de las tasas de inflación “tendrán un impacto negativo en los ingresos y la pobreza, sobre todo entre los más necesitados que dependen de los salarios como principal fuente de ingresos”.
En relación a los precios de los alimentos, especialmente en el sector de los cereales donde Ucrania y Rusia son productores de cebada, trigo y maíz. Algunos países se enfrentan al aumento de precios y una escasez real de cereales. En este sentido, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) calcula que en 2022 “habrá 47 millones de personas más en riesgo de padecer hambre aguda, además de los 267 millones de personas que ya la sufren”.
Además, el repunte adicional de la inflación y las interrupciones en las cadenas de suministro mundiales, harán “disminuir el crecimiento del empleo y los salarios reales, y que al mismo tiempo cree presiones adicionales sobre los sistemas de protección social”.
Medidas para mitigar la crisis de empleo
La nota de la OIT plantea una serie de medidas inmediatas que ayuden a mitigar el impacto de la crisis de empleo en Ucrania, como son:
- Facilitar las iniciativas de las organizaciones de empleadores y trabajadores para que puedan desempeñar un papel importante en la prestación de apoyo humanitario y garantizar la continuidad del trabajo, cuando sea posible. Los esfuerzos individuales y colectivos de los interlocutores sociales pueden contribuir positivamente a la cohesión y promover un desarrollo económico, social y político integrador.
- Proporcionar apoyo al empleo específico en zonas relativamente seguras de Ucrania, incluso a través del programa en curso patrocinado por el gobierno para reubicar a los trabajadores y las empresas. Las Asociaciones Locales para el Empleo (ALE), apoyadas por la OIT, pueden ayudar a crear oportunidades de empleo.
- Apoyar el sistema de protección social en Ucrania para garantizar que siga proporcionando prestaciones, incluidas las transferencias de efectivo recientemente establecidas, a los beneficiarios (antiguos y nuevos).
- Preparar una estrategia de reconstrucción posconflicto que promueva la creación de puestos de trabajo decentes y productivos mediante inversiones intensivas en empleo.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)
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