Trabajadores cristianos exigen justicia para el Polígono Sur de Sevilla

Trabajadores cristianos exigen justicia para el Polígono Sur de Sevilla
La HOAC de Sevilla ha hecho público un comunicado denunciando el aumento de la pobreza, la exclusión y la brecha digital; el colapso de los servicios sociales; y los problemas de inseguridad e impunidad “tolerada” en los seis barrios obreros que conforman el Polígono Sur de la cuidad.
Reclaman una renta básica urgente, ayudas a las empresas y medidas extraordinarias para el empleo. La revisión de las políticas sociales las políticas de subvenciones. Atajar la inseguridad e impunidad con un “control permanente de las viviendas”, propiedad de la Junta de Andalucía, que evite el tráfico de drogas. A continuación, reproducimos el comunicado:

Justicia para el Polígono Sur

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la archidiócesis de Sevilla en el Polígono Sur, preocupada por la situación que estamos sufriendo, queremos mostrar nuestra solidaridad con las personas y familias que han padecido la agresión de esta pandemia y perdido a seres queridos, seguro que ya disfrutan de la vida plena junto a Jesucristo.

Mostramos nuestro agradecimiento a todas las personas, asociaciones, entidades, parroquias y profesionales de los distintos servicios públicos, que se han puesto a disposición de los que más lo necesitan y a ellos están dedicando sus mejores esfuerzos.

Como vecinos implicados desde hace años en las distintas parroquias, entidades y asociaciones que trabajan para mejorar la situación de pobreza y exclusión que vivimos, nos preocupa que la imagen pública del Polígono Sur sea, una vez más, la proyectada por algunos hechos negativos que, siendo ciertos, sirven más para ocultar nuestros verdaderos problemas y estigmatizar a todas las personas que vivimos aquí. La pandemia ha venido a empeorar las condiciones de vida que venimos padeciendo por más de 50 años, y permanecen después de 17 años de Plan Integral. Queremos ayudar a comprender cómo nos está afectando esta situación.

El Polígono Sur es un conjunto de 6 barrios obreros, que padece desde hace muchos años la precariedad, el 80% de los que trabajan; el desempleo, con tasas del 40%, y la expulsión de los circuitos reglados de empleo. Esta relación con el trabajo ha generado cuatro grupos de personas y familias: Un grupo reducido tiene un empleo reglado, estable y con derechos. Otro grupo tienen un trabajo formal, permanecen en la precariedad y el desempleo, pero tienen contrato. Un grupo formado de personas -vendedores ambulantes, chatarreros, limpiadoras por horas…- que han sido empujadas a convertirse en trabajadoras excluidas, a realizar un trabajo imprescindible pero no reglado, no legislado, sin contrato, sin derechos… trabajar y cobrar, poco pero cobrar. Por último, está el grupo de las personas pensionistas y jubiladas.

Esta crisis nos ha afectado de manera distinta según el grupo en el que estamos: Los menos nos hemos visto afectados solo por las medidas de confinamiento. Otro grupo hemos podido acogernos a los ERTE y ayudas legisladas. Una mayoría nos hemos quedado sin nada, solo cobramos cuando trabajamos, ese es el único derecho. Otro conjunto de familias vivimos de la reducida pensión del marido, la mujer ha trabajado más pero no tiene pensión, y de ella también viven, en muchas ocasiones, la familia de los hijos y las hijas, familias rotas a veces, desempleadas casi siempre, con niños y niñas muchas de ellas. Especialmente grave es la situación de los jóvenes, hombres y mujeres, que acumulan sobre sí todas estas injusticias.

Menos el primer grupo, todos los demás estamos viviendo una situación de necesidad. Unos, porque no estamos cubiertos por las medidas protectoras de los gobiernos; otros, porque teniendo derecho, necesitamos vivir mientras llega la ayuda, el tiempo pasa y la ayuda no llega; otros, porque la exigua pensión no nos llega para tapar tantas bocas. La Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, integrada en la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados, contabilizamos 2748 familias necesitadas de ayuda mucho antes de la pandemia. Ahora somos muchas más.

Los Servicios Sociales, reforzados recientemente para la ERACIS, ya estaban colapsados. Las citas se daban para dos o tres meses. Ahora, atendiendo por teléfono a personas con dificultades para realizar trámites de cualquier tipo, las quejas desesperadas de muchas personas no dejan de llegar, y la respuesta -“que vuelva a llamar”- remite a un cuento de nunca acabar.

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Este proceso de caída en la pobreza y exclusión está teniendo lugar al mismo tiempo que la sociedad se adentra en la realidad digital, en la que gestiona, compra, busca, crea oportunidades… Muchas personas del Polígono no hemos llegado aún, y tardaremos en hacerlo. Un maestro comentaba que en su curso solo seis niños de veinte han seguido desde casa el contacto con él, a pesar de los esfuerzos realizados.

Junto a esta terrible situación, un reducido número de personas y familias ha creado un grave problema de inseguridad e impunidad, que perdura desde hace muchos años, que le es necesario para mantener su forma de vida. Allí donde están, destrozan la convivencia, amedranta a las personas y las obligan a vivir en situación de confinamiento permanente. Los vecinos del Polígono Sur creemos que es un problema tolerado, que no se quiere resolver, quizás para que no se vea el verdadero problema.

Ante esta situación, estimamos imprescindible:

1. En estos momentos es necesario que ninguna persona ni familia carezcan de lo necesario para vivir, bien sean trabajadores precarios o parados, vendedores ambulantes, pequeños empresarios, con derechos o sin derechos, con papeles o sin papeles. No basta con un vale de comida, no se trata solo de comer, todos necesitan vivir, y hacerlo sin perder la dignidad. Para ello es necesario una renta básica urgente, ayudas a las empresas y aflorar un conjunto de empleos que permanecen fuera de sistema de empleos remunerados.

2. Instamos a que se revisen todas las políticas sociales, más útiles para dar la imagen en los medios de comunicación que para solucionar los problemas de las personas. Estas políticas se diluyen en un laberinto burocrático, con escasos recursos técnicos y humanos que las dejan sin efecto. De los más de trescientos treinta millones presupuestados para la RMIS de los años 2018 y 2019, se ha gastado menos de la mitad. Son necesarios más profesionales y terminar con los recortes que han desmantelado todos los servicios públicos

3. Pedimos que se revise con seriedad y profundidad la política de subvenciones a entidades para solucionar los problemas de nuestros barrios. Son necesarias asociaciones y personas que trabajen por la inclusión social, y que reciban subvenciones para ello, pero cuando se cae en repetir lo mismo año tras año, sin resultados,  sin evaluar lo realizado, caemos en el subvencionismo, una rutinaria manera de vivir  necesitada de que los pobres existan, mientras que las administraciones eluden su responsabilidad.

4. Las Administraciones no pueden eludir ni un día más la eliminación de la inseguridad y de la impunidad que se vive en algunos de nuestros barrios. Es necesario el control permanente de las viviendas que se están usando para la producción y el tráfico de drogas. Son propiedad de la Junta de Andalucía, que lleva décadas mirando para otro lado. Los vecinos llevan muchos años sin poder vivir y sin poder salir.

5. Como Iglesia tenemos la responsabilidad de poner en práctica lo que dice el papa Francisco: “Imitar al buen samaritano del Evangelio no es suficiente… es necesario actuar sobre todo antes de que el hombre se encuentre con los ladrones, combatiendo las estructuras de pecado que producen ladrones y víctimas”. No podemos dar por caridad lo que pertenece por justicia.

La HOAC de Sevilla en el Polígono Sur nos comprometemos a seguir implicados en la lucha por la justicia que se libra en nuestros barrios desde las distintas asociaciones en las que participamos. Pedimos a Jesucristo que nos dé fuerza y sabiduría para recorrer el camino de la justicia que tantas personas necesitan.