Unai Sordo aspira a renovar su mandato con la vista puesta en el nuevo contrato social del siglo XXI

Recuperar derechos, mejorar las relaciones laborales y el sistema de protección social, además de reforzar la organización y la capacidad de intervención de CCOO, son las prioridades que marcarán el próximo congreso confederal del sindicato, cuyo liderazgo quiere renovar Unai Sordo.

En la rueda de prensa de presentación del 12º Congreso Confederal de CCOO, que se celebrará del 21 al 23 de octubre, con el lema “Actuar para avanzar”, el secretario general ha anunciado su intención de renovar su mandato, continuando la renovación generacional emprendida cuando sustituyó al histórico dirigente Ignacio Fernández “Toxo”.

El próximo congreso, al que asistirán cerca de 750 personas en representación de sus siete federaciones sectoriales y 19 territoriales, que suman más de 975.000 afiliados y afiliadas, deberán aprobar la gestión de los últimos cuatro años largos, marcados por “un guion verdaderamente inesperado”, en palabras de Sordo.

Pero también ha sintetizado las prioridades y estrategias que han de fortalecer a CCOO, según Sordo, “como agente imprescindible para la renovación del contratado del siglo XXI que necesita España, la reformulación de las políticas de austeridad y la generalización de mejores empleos y condiciones de trabajo”.

“Aunque se ha avanzado en el desmontaje de algunas de las reformas de la austeridad, como la de pensiones, gracias al acuerdo del mes de junio, siguen intactas algunas más, como la reforma laboral y de desempleo”, por lo que el secretario general de CCOO marca como prioridad continuar por este camino de recuperación de derechos laborales y sociales”.

Relaciones laborales del siglo XXI

La propuesta que tendrá que ser ratificada en el congreso también aspira a “adaptar y mejorar nuestro sistema laboral y de protección social al siglo XXI, en la perspectiva de rehacer el contrato social que necesita España”.

Sordo entiende que es necesario derogar la reforma laboral, no tanto por “volver al viejo modelo”, como por sustituir el despido y la temporalidad por otras fórmulas de adaptación a los ciclos económicos. Además, considera que la protección social deber extenderse a la atención a las personas y al papel del poder público como garante de la equidad en las transiciones productivas y la digitalización.

Para que estas propuestas no queden en un ejercicio de mero voluntarismo, “hay que organizar y representar convenientemente a la clase trabajadora de nuestro país”, ha comentado Sordo. Su apuesta es reforzar la organización, su incidencia y su autonomía económica. Según sus declaraciones, en la actualidad el presupuesto de CCOO depende en el 83% de las cuotas de afiliación.

Sordo aspira también a seguir mejorando las formas de intervención sindical en los centros de trabajo, en especial, en la elaboración y cumplimiento de los planes de igualdad y de los planes de adaptación de la jornada.

Además, juzga imprescindible seguir incorporando las nuevas realidades laborales “atípicas” al sindicato. De hecho, ha mencionado que si en julio de 2017, al poco de ser elegido, le preguntaban por la ausencia de sindicatos entre los repartidores de las plataformas digitales, hoy puede decir que hay una ley rider, y movilizaciones, incluso huelgas, como la de Glovo en Barcelona, que ha estado canalizada por CCOO.

También ha recordado que 40.000 trabajadores y trabajadoras de las cooperativas cárnicas que han dejado de ser falsos autónomos, gracias también, tal y como ha explicado, a la lucha sindical.

Una organización renovada, feminizada y cohesionada

Previamente, Fernando Lezcano, secretario confederal de Organización, había detallado el proceso participativo desarrollado, entre marzo y junio, “en un tiempo de pandemia que nos ha obligado a extremar el ingenio y desplegar toda suerte de medios a los que no estábamos habituados”, en el camino al congreso que se celebra en octubre.

En concreto, ha asegurado que se han celebrado 5.310 asambleas y congresos, en los que se ha renovado el 35% de las direcciones y se ha avanzado en la feminización de los órganos de dirección, con un 48% de mujeres en las ejecutivas y un 41% en las secretarias generales de las entidades territoriales y un 35% en las sectoriales.

Igualmente ha destacado que, por primera vez, las secretarias generales de las federaciones sectoriales más numerosas, como Servicios a la ciudadanía e Industria, así como las de Andalucía y Madrid están ocupadas también por mujeres.

Sobre la cohesión interna, Lezcano ha destacado el grado de unanimidad, casi como en “un congreso a la búlgara”, según ha bromeado, al haberse conseguido apoyo para las nuevas secretarías generales y sus ejecutivas de entre el 65% y el 98%.

Jose Luis Palacios

Redactor jefe de Noticias Obreras