Evangelio

El evangelio eres tú

No quiso dejarnos Jesús su ropa bendecida, por su piel Con ella pagó los gastos de su última enseñanza, De él no quedó nada, ni sus huesos, reliquias imposibles; Su

Venid, benditos

Esta pandemia que nos afecta tan dolorosamente ha puesto de relieve dimensiones de nuestra existencia que estaban ocultas; nos ha enfrentado de manera brusca con nuestra propia realidad. El papa

Lamentación con llamada final

Y Jesús duerme. En la popa. Sobre el cabezal de una barca a la deriva, hundiéndose… Los financieros −valientes pescadores, ellos−, quitaron el timonel de sus manos campesinas. «Suplentes llevan