Sin el espíritu de la noche, y el aliento de la aurora, el silencio, la pasividad, y el descanso, la
Espiritualidad
Conocí al anciano Semei en el mercado de Séforis. Vendía bálsamos y ungüentos en un rincón del zoco, le compré
La vida no es solo para el fin de semana. Cómo el trabajo nos hace sentir vivos Anselm Grün 128
Y Jesús duerme. En la popa. Sobre el cabezal de una barca a la deriva, hundiéndose… Los financieros −valientes pescadores,





