Los derechos y garantías de las mujeres en el centro del debate
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) pide ir más allá del código penal en la lucha contra la violencia de género, y luchar contra la precariedad también desde la perspectiva feminista.
También aboga por la prevención de los delitos, la reparación de las víctimas y la rehabilitación de los victimarios en el actual sistema penitenciario. Para esta organización, la lucha contra la precariedad debe estar en el centro de la agenda feminista, pues esta, junto a la pobreza, la exclusión y la estigmatización, “no se eliminarán sin la reforma de las leyes laborales, de la ley de extranjería y otras leyes, desde una perspectiva de género y feminista”.
Entiende la organización que es necesario visibilizar y abordar las violencias de género, relacionándolas con unas desiguales, subordinadas y precarias condiciones de trabajo, “caldo de cultivo de todo tipo de abusos, como los que sufren las temporeras de la fresa en Huelva, las kellys, las trabajadoras de los hoteles, las empleadas del hogar con sueldos y horarios que rozan la esclavitud, las mujeres migrantes, con o sin papeles, a las que se les ignoran sus derechos empujándolas a la precariedad, a la pobreza y a unas condiciones de vida y de trabajo infrahumanas”.
De este modo, la asociación considera como imprescindible una educación que tenga como principios la igualdad, el reconocimiento y respeto de la diversidad y que rompa con los rígidos estereotipos femeninos y masculinos, además de una educación sexual que, siendo obligatoria por ley en todos los niveles educativos, denuncia, no se está aplicando, por lo que la exigencia de garantías al respecto debería estar igualmente en el centro de la agenda feminista por la igualdad.
Además, la organización estima que un cambio social más justo, con unas relaciones de género más igualitarias, requiere una mayor implicación de los hombres en la lucha por la igualdad, para lo cual, “la agenda política feminista debería adoptar realmente y no desconsiderar, la perspectiva de género, tanto en los estudios, como en los proyectos de ley y otras tantas medidas, planes, programas y proyectos de intervención social”.
Esta ocasión es especialmente relevante para la organización, pues se cumplen 25 años del asesinato de Ana Orantes a manos de su marido, momento a partir del cual las instituciones y los medios de comunicación empezaron a hablar y a reconocer los asesinatos y la violencia de género, “que hoy siguen negando los sectores más conservadores”, critica.
Para la APDHA, la legislación aparecida a lo largo de todos estos años y muchas de las medidas que se han propuesto desde el feminismo institucional, “han venido mediatizadas por una perspectiva excesivamente punitiva y prohibicionista, reduciendo el problema a los individuos, a unos cuantos hombres, como únicos responsables de dicha violencia”. Medidas que, a su juicio, reducen la solución a la prohibición por ley y al castigo, por un lado, y victimizan a las mujeres cargándolas con un estigma de por vida, por otro.
Redactor jefe de Noticias Obreras