La HOAC apoya las movilizaciones para que suba el SMI y se derogue la reforma laboral y la de pensiones

La HOAC apoya las movilizaciones para que suba el SMI y se derogue la reforma laboral y la de pensiones
Este movimiento de trabajadores cristianos considera que, mediante el diálogo social, deben abordarse “las respuestas a las necesidades sociales”, atender a los trabajadores más humildes y corregir aquellas normas sociolaborales que priman el interés económico frente a la centralidad y dignidad de la persona y el trabajo decente. Insta al Gobierno a que agilice los trámites para que “las personas más vulnerables puedan percibir, sin más dilación, el ingreso mínimo vital”.

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), a través de un comunicado, ha analizado los motivos de la convocatoria de concentraciones previstas para el 11 de febrero y convocadas por las organizaciones de trabajadores, CCOO y UGT, con el lema #AhoraSíToca, en más de 50 Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno.

Redistribuir la riqueza, fortalecer la protección social y promover el trabajo decente

En la nota, la HOAC ha subrayado la importancia del diálogo social para abordar “las respuestas a las necesidades sociales”, “avanzar en justicia, afrontando las causas estructurales de la desigualdad, la pobreza, la precariedad y la exclusión” y promover un cambio en profundidad del modelo económico y social. Con referencias a las instrucción pastoral Iglesia, servidora de los pobres, la importancia del diálogo para tender puentes y que tenga muy presentes elementos como la necesaria redistribución de la riqueza para combatir las desigualdades atendiendo al criterio del destino universal de los bienes, la necesidad de fortalecer lo público y la protección social y la promoción del trabajo digno y estable.  “Con la preocupación central y prioritaria de no dejar a nadie atrás, y responder a las necesidades de los pobres, precarios, excluidos, vulnerables y frágiles”, subrayan.

Congelar el SMI una decisión injusta e insolidaria

En este sentido, denuncian que son los trabajadores más vulnerables, –trabajadoras del hogar y de cuidados, de la agricultura, de establecimientos de alimentación, repartidores, etc.– “los que tienen empleos más precarizados” y no han tenido un justo reconocimiento laboral y social. Estos trabajadores y trabajadoras –aproximadamente dos millones de personas– siguen ejerciendo sus tareas de cuidarnos, en condiciones precarias y en la mayoría de los casos sin la protección adecuada. La medida de congelar el salario mínimo interprofesional (SMI), es injusta e insolidaria para este colectivo de trabajadores más humildes y va en la dirección contraria a la redistribución de la riqueza.

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La centralidad de la persona y el trabajo decente son irrenunciables

Un elemento fundamental para apostar por la centralidad de la persona y el trabajo decente es la derogación del marco legislativo, la reforma laboral, impuesta en el año 2012. En aquel momento, la HOAC –junto con la Juventud Obrera Cristiana– denunció “otra agresión al trabajo humano como principio de vida”, “una vuelta de tuerca más para flexibilizar el mercado de trabajo” e “individualizar” las relaciones laborales, perjudicando así la dignidad de los trabajadores y las trabajadoras. Por tanto, “es irrenunciable” según apuntan “un modelo de relaciones laborales que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente, piedra angular sobre lo que se sostiene todo lo demás, y un sistema productivo que lo haga posible“.

Pensiones dignas, deber de justicia

Finalmente, para este movimiento de trabajadores cristianos de Acción Católica, la reforma impuesta del sistema público de pensiones,  del año 2013, “ha hecho prevalecer el objetivo de contener y reducir el gasto y que cada vez sea más difícil acceder a una pensión digna“. Una situación que se agrava por la alta y estructural precarización del empleo que tendrán como consecuencia que  muchos más trabajadores accederán a “pensiones más bajas” e insuficientes para una vida digna, “como ya sufren más de la mitad de los pensionistas”. En este sentido, consideran fundamentales articular políticas que den respuestas “a las situaciones actuales y garantice un sistema público de pensiones, red de protección social fortalecida, sostenible y solidaria, si lo que queremos es seguir creciendo como sociedad decente”.