Acogiendo en comunidad

Como consecuencia de la reubicación en distintos lugares de la península de las personas que llegan a las Islas Canarias, más de 300 migrantes procedentes de Senegal y Malí fueron alojados en Guardamar (Alicante).
Su llegada produjo en Guardamar distintas reacciones, desde la empatía ante el sufrimiento pasado y la incertidumbre a la que se enfrentan hasta el rechazo por imaginar que representaban un peligro público.
Desde Cáritas parroquial, en su objetivo de convertirse en comunidad de acogida, más que centrarse en los problemas que su presencia en el pueblo pudieran generar entre nosotros y nosotras, nos centramos en las dificultades que cada persona migrante traía en su mochila. Problemas que, después pudimos comprobar, estaban relacionados con situaciones dramáticas o complejas.
En consecuencia, y a petición de los responsables de la ONG que se hizo cargo de ellos, se les fue proporcionando ropa y calzado deportivo a los que lo necesitaban, posteriormente, fueron trasladados hasta las instalaciones del antiguo Seminario Marista (hoy Hotel Costa Blanca Explore) con instalaciones más acordes para su edad y sus necesidades, aulas, espacios abiertos e instalaciones deportivas, para poder participar en el programa de acogida de estos jóvenes.
Contenido exclusivo para personas o entidades suscritas. Para seguir leyendo introduce tus datos o suscríbete aquí. Si no los recuerdas, haz clic aquí

Militante de la HOAC de Orihuela-Alicante y voluntaria de Cáritas