La ministra de Trabajo afea a la patronal su negativa a extender el permiso por duelo y cuidados

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, reconoció las dificultades para pactar el nuevo permiso por fallecimiento de un familiar y por cuidados paliativos, y criticó a las organizaciones empresariales por su falta de sensibilidad en esta materia.
“Yo realmente no salgo de mi asombro con que la patronal española no quiera dar el visto bueno a una norma que tiene que ver con el sufrimiento humano. Y es una norma que lo que hace es colocarnos, más o menos, como el resto de los países europeos. Todo el mundo comprende que cuando le fallece un padre, un hijo o una hija, no está en sus debidas condiciones”, señaló la ministra, según recoge Europa Press.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Díaz apuntó que esta mesa de negociación lleva más de un mes de trabajando y ha recordado que la actual regulación del permiso de duelo en el Estatuto de los Trabajadores solo contempla dos días retribuidos.
“Soy profundamente escéptica, pero creo que la patronal española se equivoca”, ha subrayado la ministra.
Este martes iba a celebrarse un nuevo encuentro de la mesa de diálogo social sobre permisos, pero finalmente se ha cancelado y sindicatos, empresarios y Ministerio de Trabajo están intentando cuadrar las agendas para fijar una nueva fecha.
En octubre, cuando la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció que su Ministerio presentaría una norma para ampliar el permiso por fallecimiento de un familiar hasta 10 días y crear otro para cuidados paliativos de hasta 15 días.
Díaz defendió la medida como una respuesta a una demanda social y laboral urgente, destacando que el permiso actual (dos días retribuidos, ampliables a cuatro si hay desplazamiento) era insuficiente y estaba desfasado con respecto a otros países europeos.
En ese contexto, la patronal, representada por la CEOE y su presidente Antonio Garamendi, mostró un rechazo explícito. Garamendi calificó la medida como «populista», criticando la forma en que el Gobierno anunció la iniciativa y advirtiendo que esta ampliación supondría un coste inasumible para las empresas. Esta postura generó un enfrentamiento evidente entre Gobierno, sindicatos y patronal.
Comisiones (CCOO) y Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) respaldaron la propuesta, señalando que esta ampliación era necesaria para garantizar la dignidad laboral y la conciliación familiar, además de contribuir a la prevención de riesgos laborales y apoyo emocional en momentos de duelo. Sin embargo, también reclamaron que la medida se aprobara en el marco del diálogo social, incluyendo a todos los actores sociales en la negociación.
En noviembre, la ministra Díaz manifestó su “asombro” por la negativa de la patronal a dar su consentimiento, calificando la postura empresarial como un error y reafirmando la necesidad de avanzar en una regulación justa y equiparable a la europea.
La tensión persiste, con sindicatos que exigen un acuerdo rápido y patronal que mantiene reservas, prolongando así el bloqueo sobre esta cuestión fundamental para las personas trabajadoras.

Redactor jefe de Noticias Obreras



