El trabajo decente y la justicia social, ejes de la agenda laboral global en la Cumbre de Doha

La Segunda Cumbre Mundial para el Desarrollo Social se celebra en Doha con un protagonismo especial del mundo del trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Coalición Mundial para la Justicia Social y la Confederación Sindical Internacional (CSI) lideran las aportaciones centradas en la creación de trabajo decente, la protección social universal y la igualdad de oportunidades como bases del desarrollo sostenible y la paz.
La 113ª Conferencia Internacional del Trabajo, reunida en Ginebra en junio, aprobó una resolución específica sobre la Cumbre de Doha en la que recuerda que “la paz duradera solo puede basarse en la justicia social”. El documento exhorta a los Estados a garantizar la participación de los interlocutores sociales en los preparativos y resultados de la Cumbre y reafirma el mandato constitucional de la OIT para promover el trabajo decente y la justicia social.
Entre las medidas que propone, destacan la consecución de la protección social universal antes de 2030, la fijación de salarios vitales, la limitación del tiempo de trabajo, la formalización de la economía informal y la igualdad de género. La OIT subraya que los cuatro pilares de su Programa de Trabajo Decente (empleo, protección social, derechos laborales y diálogo socia) “ocupan un lugar central en la promoción del desarrollo social y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Coalición Mundial para la Justicia Social: alianzas en acción
Organizado por Catar, Brasil, Suiza y la OIT, el Foro de la Coalición Global por la Justicia Social es uno de los eventos más significativos del programa paralelo de la Cumbre. Este espacio busca “traducir los compromisos globales en impactos reales mediante la acción multilateral y participativa”, mostrando iniciativas para promover salarios dignos, fortalecer el diálogo social, extender la cobertura de protección social, apoyar transiciones justas y formalizar la economía informal.
El foro reunirá a gobiernos, agencias de la ONU, sindicatos, organizaciones empresariales y actores sociales con el fin de intercambiar experiencias y buenas prácticas en materia de coherencia de políticas para el desarrollo social y la justicia global.
La voz del sindicalismo mundial
La Confederación Sindical Internacional (CSI), que representa a 191 millones de trabajadoras y trabajadores en 169 países y territorios, llega a Doha con una declaración política que exige “formalizar al menos 1.000 millones de empleos antes de 2030”, lograr la protección social universal y establecer salarios vitales en todas las cadenas de suministro.
La organización defiende que la justicia social es “elemento fundamental para la paz y la democracia” y reclama compromisos concretos de financiación, instando a que “al menos el 7% de la ayuda oficial al desarrollo se destine a la protección social”. Además, pide fortalecer la negociación colectiva, ratificar las normas internacionales del trabajo y reconocer el diálogo social como “una herramienta esencial de gobernanza”.
Las tres instancias —OIT, Coalición Mundial y CSI— confluyen en la idea de que el desarrollo social comienza en el trabajo. En sus distintos niveles, coinciden en promover un nuevo contrato social basado en el trabajo decente, la igualdad y la solidaridad. En palabras de la OIT, “la paz, la seguridad y la democracia solo pueden sostenerse sobre la justicia social”, principio que guía el espíritu de la Cumbre de Doha.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)



